Superman nº 20

Título: Imperio (IV): Final
Autor: Jose Luis Miranda
Portada: Angel Marin
Publicado en: Mayo 2010

¡El final de la historia más ambiciosa de DC-AT llega a su fin! ¡Héroes contra villanos en una batalla épica por el destino del mundo! ¡Superman vs Zod! No te pierdas la historia que marcará un antes y un después en la leyenda del Hombre de Acero.
Enviado a la Tierra desde el moribundo planeta Krypton, Kal-El fue criado por los Kent en Smallville. Ahora como un adulto, Clark Kent lucha por la verdad y la justicia como...
Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster

La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida.
(Miguel de Cervantes Saavedra. El  Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)


Prólogo: Hijo de Krypton.

    Superman, Lobo y el Capitán Marvel sobrevolaban los eternos hielos de la Antártida. Cada uno tuvo sensaciones diferentes. Superman, pena y malestar al ver, con su visión telescópica, los restos de la Fortaleza de la Soledad (1), Marvel asombro ante tanta majestuosidad blanca y Lobo simplemente aburrimiento. Por fin, se detuvieron sobre la arrasada guarida de Superman. Este refugio secreto había tenido diferentes ubicaciones: la original en el Ártico, otra en la profundidad de la selva ecuatorial, cerca del río Amazonas y, ésta última, destruida por Zod, en el Polo sur. Marvel, que había estado allí en otras ocasiones, no disimuló su desagrado al encontrarla en tan lamentable estado. Superman se acercó al Capitán y le dijo:

- Tengo algo que hacer en este lugar. Id a la Cueva de Happy Harbor, en Rodhe Island, el primer cuartel que tuvo la Liga. ¿Conoces su ubicación?


- Sí.

- Voy a convocar a todos los héroes hoy al filo de la medianoche. Es mejor que nadie advierta vuestra presencia hasta dicha cita.


- No te preocupes, nadie nos verá.


- Bien, hasta entonces.


- Superman, antes de despedirnos…


- ¿Si?


- No se cómo puedo agradecerte lo que has hecho por mí…


- No hay nada que agradecer.


- Si no me hubieras ayudado…


- De verdad, olvídalo. Este oficio es así. Mañana probablemente seas tú quien tenga que hacer algo similar por mí. Un abrazo.

      Lobo iba a decir algo desagradable, pero Superman no tenía ganas de quedarse a escucharlo y partió hacia su Fortaleza. Sabía que Marvel mantendría a Lobo a raya hasta la hora de la cita y si éste se desmadraba tenía el suficiente poder como para meterle en vereda. Nada más descender reconectó a su sirviente Kelex. Luego, recordó que había destruido la moto espacial de Lobo y que, a cambio de su ayuda, le había prometido reconstruirla. Se lo ordenó a Kelex, cosa que el robot hizo en minutos. Luego, abrió una cámara acorazada y extrajo un cristal de unos diez centímetros de largo y dos de grosor. Era el principal legado que su padre la había otorgado. Allí estaba todo el saber y la cultura de Krypton. Kelex terminó su tarea y habló:

- Amo. La moto del caballero está terminada. ¿Debo enviarla a algún lugar?


- Gracias Kelex. Yo la llevaré. Quiero que hagas otra cosa. Quiero que grabes mis siguientes palabras y que las transmitas superhéroe a superhéroe en un holograma.



- De acuerdo, Kelex conectó sus dispositivos de grabación.



- Soy Superman. Estoy a salvo. Necesitamos toda la ayuda que podamos reunir contra Luthor y Zod. Nos veremos a medianoche en la primera sede de la Liga.



- Asegúrate que reciben la comunicación en solitario, que nadie salvo ellos contemplan el mensaje.



- ¿A todos los héroes que aparecen en las bases de datos?



- Sí, a los de la primera lista. Si alguno duda cuéntales algún encuentro que hayamos tenido y que sólo ellos y yo sepamos. En tus bases de datos tienes mi diario escrito en kryptonés. Indícales la ubicación de la cueva por si alguno no la conoce.


- De acuerdo, amo. Ahora sí que hemos vuelto.



- Para desgracia de Luthor y Zod.



- ¿Qué sucederá con la Fortaleza de la Soledad?



- Volvemos a los orígenes… volvemos al polo norte, al Ártico.


      Kelex se dio la vuelta. De su pecho salieron cinco esferas con el mensaje grabado que salieron volando rápidamente. Las esferas irían héroe a héroe comunicándoles la convocatoria. Superman, se elevó sosteniendo la moto de Lobo, que acababa de construir el robot. A la máxima velocidad que pudo lograr, se dirigió al otro extremo del planeta. Allí, en el polo norte, buscó el lugar más frío, elevado y de difícil acceso. Una vez situado arrojó con fuerza el cristal kryptoniano. Al caer el hielo pareció fundirse a su contacto y el cristal se hundió insertándose en aquella masa helada. Pronto, la ciencia kryptoniana demostró su avanzada tecnología. Al contacto con el agua el cristal generó, en apenas unos minutos, una Fortaleza de la Soledad totalmente nueva. Cristales gigantescos se alzaban oblicuos al suelo conformando una especie de pirámide cristalina de una altura impresionante.

    Superman entró en la recién emergida Fortaleza y se dirigió a una especie de panel de control conformado por cristales similares al que había lanzado. Entre ellos, en un puesto preeminente, estaba el que acababa de soltar. Volvió a cogerlo y lo conectó en un tubo anejo. Ante él, apareció un holograma con la figura de su padre kryptoniano: Jor El.

- Padre.


- Hijo.


- Se presenta ante mí el mayor reto que me he encontrado. No me preparaste para él.


- Explícate mejor. He grabado posibles respuestas a cualquier pregunta que pudieras hacerme.



- Zod.

      El holograma quedó en silencio. Parecía como si Jor El siguiese vivo y dudase ante la palabra. Realmente, Zod estaba entre las cuestiones menos probables de que se formularan. Por fin habló:


- Jamás pensé que pudiera escapar de la Zona Fantasma. Sólo hay una salida y le está vedada.



- Ha hecho mucho daño. Debo terminar con él. El tiempo ha sido manipulado. Lo que creía saber de este enemigo, ya no es válido. Explícame quién era.



- Zod fue mi mejor amigo, pero también mi más encarnizado opositor. Se convirtió en el ser más destructivo y con más afán de poder del planeta Krypton.



- ¿Cómo pudo producirse tal cambio?


- Ya hemos hablado del concepto de la verdad en otras ocasiones. Esta es poliédrica. Los hechos son entendidos de diferente forma por quienes los contemplan. Por ello, no quiero engañarte. Mi visión es subjetiva. Voy a contarte… mi verdad. Crecimos juntos. Fuimos como hermanos, hubiéramos dado la vida el uno por el otro. Sin embargo, con el tiempo, nuestra forma de pensar fue variando. Zod creía, cada vez con más convicción, que el poder debía de ser manejado por los más fuertes y preparados intelectualmente. Yo pensaba que el poder debía residir en el pueblo y permanecer en las mismas manos cortos periodos temporales. Nuestras posiciones nos convirtieron en enemigos. Contempla, hijo mío…

      Un holograma tridimensional apareció ante sus ojos. Primero el sol rojo Rao, luego, el planeta Krypton. Después, la sede del Consejo, órgano supremo del gobierno de Krypton. La voz de Jor El proseguía la narración:
    
- Estos hombres y mujeres que ves son los miembros del Consejo cuando comenzó la última guerra civil que padeció el planeta. A mi entender, sus decisiones no siempre fueron acertadas, pero, supongo, las tomaron pensando en el bienestar de Krypton. Zod tampoco estuvo de acuerdo con sus postulados. Por ello, encabezó un bando de oposición al Consejo. Yo, a pesar de mis discrepancias, permanecí fiel.

      Aparecieron imágenes de debate político. Dos grupos discutían acaloradamente. Uno de ellos dio la espalda al otro y se alejó. Luego, Zod, ataviado con ropas militares dirigiendo una sección de soldados. Por último, máquinas de guerra, batallas con naves voladoras y ejércitos de tierra enfrentándose.
    
- Los antiguos aliados nos convertimos en enemigos. El Consejo triunfó, Zod fue derrotado y encarcelado. Tras la guerra intentamos convencerle de que volviera a estar a nuestro lado. Pero, logró escapar y cometió otros horrendos crímenes en contra del Consejo. Al final fue juzgado y condenado.

    Kal El contempló un juicio. Rostros enormes en fondo negro representaban a los miembros del Consejo. En el centro tres figuras rodeadas con unos aros luminosos que les impedían moverse. Se trataba de Zod, Ursa y Nom. Tras ellos, algunos condenados más como Quex Ul y Zaora en idéntica situación. Los rostros de los jueces, miembros del Consejo, pronunciaban sonoros veredictos de culpabilidad ante la mirada altiva de Zod.

- Cuando el último se pronunció sólo quedaba yo por pronunciarme. En ese momento Zod me miró. El holograma proyectó un primer plano de Zod que gritaba: ¡¡Sólo tú nos condenarás o salvarás…!! Únete a mí Jor El… No sería la primera vez que estuvieras en contra del Consejo.

      De nuevo, apareció la voz y la imagen del padre de Superman:

- Como única respuesta pulsé la vara de mando que abría el portal a la Zona Fantasma. Zod perdió la calma y se sintió condenado.

      Una vez más Zod ocupó la imagen:

- Te arrodillarás ante mí, Jor El, algún día te arrodillarás tú y algún día tus herederos.

      De repente, en las imágenes que veía Superman la cúpula de la sala en donde se encontraban se abrió y una especie de cristal místico se aproximó flotando por el espacio hasta posarse sobre los condenados. Éstos gritaron y se cubrieron el rostro pero no pudieron impedir que el cristal les absorbiera y les atrapara. Acto seguido, el cristal se elevó y se perdió en la inmensidad del espacio.
    
- La Zona Fantasma una prisión interdimensional que idee. En ella los criminales quedan encerrados para siempre sin poder dañar a los demás. Uno de los cristales que tienes ante ti, puede abrir el portal y cerrarlo. Ten cuidado, la apertura de la Zona supondría una amenaza de proporciones inimaginables. Si Zod escapara…

      Superman afirmó rotundo:

- Zod ha escapado.


- Entonces, tu única misión debe ser la de detenerlo. Zod querrá obtener poder absoluto. Y si se entera que tú eres mi hijo, arremeterá contra ti con todas sus fuerzas.


- Ya lo ha hecho, padre.


- Hijo… ojalá pudiera estar a tu lado para guiarte y darte mi experiencia, pero sabes que no puedo. Tu vida será muy diferente a la que hubieras tenido en Krypton y no puedo comprender cómo será la que estés teniendo en la Tierra, pero sé que harás lo que consideres correcto, favoreciendo siempre el bien común. No puede ser de otra manera… eres un hijo de la casa de El.

- ¿Y si el bien común supone la muerte de Zod?


- Toda vida es sagrada, incluso la de Zod. Tu poder tiene que estar al servicio de los demás, no puedes obligarles a obedecerte, ni cambiar su historia o decidir quién debe vivir y morir


- Pero, ¿y si no hay otra forma de detener a Zod?


- Siempre existe otra manera. Yo lo aprendí en Krypton tras las guerras. Tú la hallarás.

      Tras las últimas palabras la imagen de Jor El desapareció. Superman alzó la mano como para tocar el holograma antes de que desapareciera, pero sólo tocó aire. Quedó un segundo en silencio, en su cabeza se agolpaban varios recuerdos. Recordaba palabras de Zod:

- Tu sangre y la mía son superiores al del resto de los que nos rodean. Somos kryptonianos, no terrestres. Nuestro destino es guiarlos, dirigirlos. No son nada a nuestro lado. Simples hormigas.

    De su padre terráqueo, Jonathan Kent:

- Hijo. Ten fe en ti. Sé que cuando Zod te ataque sabrás hacerle frente. No se trata de ser más fuerte. No se trata de tener más poder. Se trata de defender lo correcto, lo que es justo. Aunque alguien pueda sufrir.

    De Lois tras el ataque sufrido por Zod:

- Júrame que lo matarás.

    Retornó a la realidad. Abrió los ojos, volvió a conectar sus sentidos. Devolvió el cristal a su lugar y comunicó con Kelex:

- Bueno, Kelex te presento la nueva Fortaleza de la Soledad. Elimina los restos de la antigua y trasládate lo antes posible al Ártico.

    Se elevó, recogió, de nuevo, la moto que acababa de construir Kelex y se perdió en el firmamento. Potenció al máximo su superoído y escuchó miles de peticiones de ayuda. Voces que pedían comida, auxilio ante los disparos de los Iron… En definitiva, confusión y caos. El mundo estaba mucho más necesitado de socorro que nunca. La pena le invadió: Sólo soy un hombre… a pesar de mis poderes… No puedo llegar a todos los sitios. Cesó de pensar y voló en dirección a Gotham para preparar la reunión.



Capítulo 1: El Emperador Luthor.

    Luthor lo tenía todo. Sus planes, sus ansias de poder, sus ambiciones nunca habían llegado tan lejos. Gobernaba un imperio mayor que cualquiera que se hubiese visto en la Tierra. Sin embargo, debido a un solo hombre, todo lo conseguido estaba en la cuerda floja. Sabía de la voluntad inquebrantable de este enemigo. Sabía que se avecinaba el reto más importante de su vida. Desde que se difundió el discurso de Superman (2) había perdido el apoyo estadounidense y mundial. Los mandos militares no le obedecían y el congreso pedía su dimisión. Su popularidad bajaba y se sucedían manifestaciones en su contra por todos los rincones del país. Igual situación se repetía en todos los países conquistados. Solamente en algunos africanos, en los que las condiciones de vida habían mejorado, aparecían voces en diarios que cuestionaban la posición de Superman. Luthor había disuelto el Congreso, asumiendo todo poder del estado en su persona. De hecho, trasladó su residencia desde la Casa Blanca hasta el mismísimo Capitolio, para que aquel fuera su centro de operaciones. Sabía que, en breve, debería enfrentarse a Superman. Ante él, escuchándole estaban el señor Angle, Laverne, R’as Al Ghul, Deathstroke y Zod.

- Señores, la estrategia ha cambiado. Los superhéroes van a reunir un ejército que vendrá a Washington.

- ¿Cómo puede estar tan seguro?- dijo Deahstroke.

- Conozco a Superman. Ha tenido tiempo para prepararse mientras nosotros pensábamos que estaba muerto. Reunirá sus fuerzas y las enviará en nuestra contra a la capital. Tiene la legitimidad que le marca el país. Su discurso ha cambiado el rumbo de la opinión mundial.


- Es lo que tiene haber salvado al planeta tantas veces.- volvió a decir socarrón Deathstroke.

- Además, enviarán otra fuerza de combate a Modora. – prosiguió Luthor.

- ¿Por qué Modora?- preguntó Angle.

- Porque América del Sur la ganarán tomando Washington, África no le importa un pimiento a nadie y conquistando Modora derribarán al grueso del ejército Iron en Asia, liberando Rusia y China. Bien pensado es una ventaja, deberán dividir su ejército en dos.

- Entonces, ¿qué propones, Luthor?- habló R’as Al Ghul.

- Nuestra única oportunidad de vencer radica en que exterminemos a los superhumanos. El Escuadrón Suicida en pleno se instalará en Washington, ellos y todos los supervillanos que sea posible reunir. A Modora enviaremos el 90% de los Iron distribuidos en América, Europa, Asia y África. R’as dirigirá la defensa de aquella nación.


- Nadie tomará un palmo de terreno que esté bajo mi control.- contestó fríamente R’as Al Ghul.

- La batalla de Washington será definitiva. Superhéroes contra supervillanos en un conflicto final. Debemos ganarlo, esta vez nos toca a nosotros.


- Tenemos más poder.- intervino R’as.

- Sí, pero no tenemos a un Superman.- contestó Luthor.

- No lo entiendo. ¿Qué cambia con su aparente resurrección? No veo en qué puede interferir en nuestros planes. Zod es más poderoso.- habló Angle.

- Es cierto. – añadió Zod.- Ya le he derrotado una vez. Lo haré una segunda, solo que en esta ocasión le arrancaré la cabeza y certificaré su muerte.

- No lo entendéis. No calibráis el peligro. No se trata de los poderes. No es Superman por su habilidad de volar. Es su capacidad de inspiración. Sin él, los héroes no estaban unidos. Batman puede ser su cerebro, pero les faltaba… el alma. El retorno de Superman hará que todos le sigan. Es como un faro, una guía… No lo dudéis. Volverá el planeta entero contra nosotros. Así que comencemos a prepararnos para el inminente ataque. No hace falta que os diga que si triunfamos el mundo será nuestro.


- Pero si perdemos, no habrá lugar en el mundo que pueda servirnos de escondite.- habló Deathstroke.

- Ya saben, señores, sólo nos queda ganar.- concluyó el presidente.



Capítulo 2: La Familia del Daily Planet.

      Metrópolis. El Daily Planet estaba de nuevo en pie. La voluntad inquebrantable de Perry White y el dinero de Bruce Wayne lo habían hecho posible. Las imprentas volvían a sonar. Es el mejor sonido del mundo- pensaba White. Su primer ejemplar, con la portada, SUPERMAN RETURNS, fue todo un éxito. Las ventas aumentaron con respecto a las tiradas de antes del ataque de Zod y todos los trabajadores volvían a recibir sus salarios íntegros. Además, había aumentado su publicidad y sus patrocinadores, lo que le permitía reducir, más allá de lo previsto, el préstamo contraído con Wayne. El personal del Planet había hecho honor al apelativo de familia que recibía, superando la prueba más terrible de su historia.

    El editorial de White era muy crítico con la administración Luthor. Retiraba su apoyo al presidente pidiendo elecciones anticipadas. Jimmy Olsen se acercó con una inmensa sonrisa y dos cafés humeantes en las manos, uno de los cuales entregó a White mientras le decía:

- Lo ha conseguido jefe. Esto parecía imposible… y aquí estamos de nuevo publicando el mejor periódico de la ciudad. No consigo creer todo lo que ha pasado.


- Lo hicimos entre todos. Gracias a no rendirnos. Lo hemos logrado. Aunque todavía tenemos que devolver un préstamo millonario. Todos los meses ingresaremos en la cuenta de Wayne parte de lo que nos ha dejado.


- Parece un milagro, jefe. Otra cosa. Voy a ir al hospital. Quiero estar con las madres de Lois y Clark. El estado de Lois no mejora.

- Te acompaño, pero deja de llamarme jefe.

    Perry y Jimmy apuraron el café, pidieron un taxi y partieron hacia el hospital. Martha Kent también bebía café en el sofá de la habitación de Lois. No había dejado el centro clínico ni solo día desde su llegada a Metrópolis. Intentaba estar activa y no recordar la ausencia de Jonathan asesinado por Zod. La madre de Lois, Ellionore Lane, estaba en la cabecera de la cama cogiendo la mano a su hija inconsciente que seguía debatiéndose entre la vida y la muerte. En ese momento entró el médico:

- Buenos días señoras.


- Hola doctor, dijo Ellionore. ¿Algún cambio?

- Señora Lane. Voy a decirle algo muy duro. En las pruebas realizadas, no apreciamos esperanza alguna. Sufrió un ataque brutal. Llevamos mucho tiempo manteniendo su respiración artificialmente. No consigue sobrevivir por su cuenta.


- ¿Qué quiere decir…?


- Les estoy pidiendo permiso para desconectar las máquinas.


- No. Mi hija no va a morir.


- Entiendo su pesar, pero no podemos hacer nada. Realizaremos una prueba más mañana, si no detectamos actividad cerebral, será el momento de…


- Aún queda una esperanza.- dijo Martha.-  Lois está luchando. Lo sé. Y va a salir de este pozo. ¿Verdad cariño?- Martha bajó la cabeza y besó la frente de Lois.

    La madre de Lois rompió a llorar. El médico dejó la habitación seguido de la enfermera. Martha cogió del hombro a Ellionore y la llevó al pequeño sofá que acompañaba a la cama hospitalaria. Se sentaron. Martha conectó la televisión. Se repetía la noticia que ayer había conmocionado al mundo: Superman había vuelto. La imagen de su hijo adoptivo vivo le devolvió la alegría. Martha y Ellionore escucharon con optimismo el discurso del kryptoniano que había hecho rebrotar la esperanza en el planeta. En ese momento llegaron Perry y Jimmy. Tras saludar a las dos mujeres, Martha, les puso al corriente de las palabras del doctor. Perry cerró con furia los puños y Jimmy secó un par de lágrimas con las manos. Se produjo un tenso silencio quebrado por la siguiente frase:

- ¿Cómo está mi mujer?

    Las miradas de todos se clavaron en Clark Kent. Todos ellos iluminaron sus rostros de alegría, le daban por muerto. Como un resorte Martha y Jimmy se lanzaron a abrazarle y se colgaron de su cuello gritando:

- ¡¡Señor Kent!! Lo sabía, sabía que no le habían matado.


- ¡¡Clark, qué alegría!!

    Perry se adelantó y estrechó la mano de Clark, Ellionore sonreía pero no dejaba de llorar sentada en el sofá.  Perry habló:

- ¿Dónde estuviste todo este tiempo, hijo?


- Zod nos atacó y perdí el conocimiento. Superman trajo a Lois al hospital y me pidió que me mantuviese oculto, haciéndome pasar por muerto para ayudarle a planificar un contraataque en la sombra. Seguí sus instrucciones contactando con ciertas personas.

    Y, entonces, Perry lo supo. Jamás se preguntó porqué en aquel exacto momento, ni cómo nunca se le había ocurrido antes, pero en aquel instante la verdad se le apareció evidente ante sus ojos de viejo periodista. Entendió quién se ocultaba detrás de aquellas gafas. Miró a Jimmy que sonreía ajeno al secreto. Y a Ellionore que seguía en el sofá sin advertirlo, pero Martha también lo sabía. Claro, era su ¿madre?, al menos su madre adoptiva. ¿Y Lois?, ¿sabía con quién estaba realmente casada?, era de suponer que sí. Perry no daba crédito, ¿cómo se le había escapado durante tantos años? Pero no dijo nada aunque su corazón de periodista vibraba ante la primera página más importante del siglo.

- ¿Papá?- preguntó Clark tímidamente a su madre.

- Su entierro fue multitudinario en Smallville. Mucha gente le quería y se lo demostró hasta el último momento.


- Lo siento tanto, mamá. Ojalá pudiera haber hecho algo más.


- ¿Qué ibas a hacer? Zod era imparable, si Superman no hubiese aparecido yo también estaría muerta.


- ¿Y Lois?

    Ellionore, alzó la mirada Y dijo:

- Van a desconectarla de las máquinas mañana.

    Clark miró con su mirada de rayos equis y microscópica analizando el cuerpo de Lois. Las heridas habían sido terribles, pero él podía hacer más que la medicina convencional. Además, conocía al mejor médico del mundo: Pieter Anton Gross, el Doctor Medianoche de la Sociedad de la Justicia. Se acercó a la cama de Lois y susurró algo a su oído que nadie escuchó: No te rindas cariño. Pelea hasta el final, voy a sacarte de aquí. Después, examinó el interior de Lois buscando a su hija. En el ataque Zod desintegró el feto. Pero en su encuentro con éste le pareció escuchar la voz de su hija que le pedía que no se rindiera. Quizá… pero no. El feto no existía. Lois ya no estaba embarazada. Fue su subconsciente en aquel momento de tensión el que reprodujo la voz de su hija. Clark se separó de la cama mientras hablaba:

- Esta tarde vendrá a ver a Lois uno de los mejores cirujanos del mundo. El doctor Pieter Anton Cross.


- Pero, ¿tú a dónde vas?


- Tengo que hacer una última cosa para Superman.

- Tu sitio está aquí al lado de tu mujer. Deja las aventuras para los héroes.

      Perry intervino.

- Déjalo Ellionore, tiene algo importante que hacer. Volverá con nosotros cuando pueda, ¿verdad Clark?

      Y entonces Clark supo que Perry lo sabía. Escuchó el sonido de su corazón algo más acelerado de lo habitual. Analizó con su superoído las palabras que pronunciaba medio tono más bajo que de costumbre y algo más pausadas, como si estuvieran más meditadas. No entendía cómo, pero Perry acababa de darse cuenta de quién era realmente Clark Kent.

- Gracias por entenderlo Perry, claro que volveré.

      Unas horas después, como había pronosticado Clark, Pieter Antón Cross, superhéroe de la JSA conocido como Doctor Medianoche, atendió a Lois. Cuando el héroe ciego acabó de estudiar los informes médicos y el estado de la paciente transmitió sus conclusiones a la familia:
    
- Se trata de un Hematoma Subdural, es una colección de sangre localizada debajo de la duramadre, en el espacio subdural, ocasionada por la laceración de las venas corticales. En los traumatismos severos del cráneo se asocia a edema cerebral severo y a contusiones hemorrágicas del parenquima.


- ¿Puede explicárnoslo de una manera más sencilla?


- Ha tenido una herida interna en el cerebro, debido a los golpes que sufrió. Esto ha provocado una rotura de las pequeñas venas que corren entre la superficie del cerebro y su cubierta externa, la duramadre, lo que ha generado un coágulo de sangre que le oprime los tejidos. Hay que realizar una craneotomía para llegar a él y eliminarlo. Es una difícil operación, pero es la única oportunidad que tiene de sobrevivir. Es difícil de diagnosticar, pueden pasar semanas sin que se aprecie.


- ¿La craneotomía implica mucho riesgo…?


- Menos del que supondría no realizarla. El cerebro se encuentra contenido en una cavidad cerrada, formada por los huesos del cráneo. Para poder operar este órgano debemos pasar a través de dichos huesos. Esta parte de la operación se llama craneotomía. Tomía viene de tomos, cortar. Es decir cortar el cráneo. Como estos huesos son muy duros y resistentes, ya que su función es proteger el delicado cerebro, abrirlos no es fácil y requiere de instrumentos y aparatos especiales. Antes de comenzar la operación, situaré exactamente el punto del coágulo a extirpar, para dañar el cerebro lo menos posible. El comienzo de la cirugía consiste en separar la piel del cráneo mediante una incisión cuya cicatriz quedará oculta por el pelo. La fase siguiente se hace con un motor muy especial, que se llama craneótomo, hecho para cortar los huesos del cráneo en forma rápida, precisa y sin peligro para el cerebro. Con el craneótomo se hace una perforación u "orificio de trépano", a partir del cual se talla una ventana que se retira, y se deja la meninge expuesta. Después de terminada la operación sobre el cerebro, el trozo de hueso es puesto de nuevo en su sitio y es fijado al cráneo con tornillos y placas de titanio muy pequeñas, que posteriormente no se notan, La piel se cierra con suturas o hilos especiales y con corchetes metálicos que se sacan al cabo de diez días.

    La frialdad de la explicación del médico contrastaba con la preocupación de Ellionore, que se aferraba al brazo de Martha con fuerza. Abrumada por tanto término médico sólo acertó a decir:

- Haga lo que sea necesario, doctor, pero devuelva la salud a mi hija.



Capítulo 3: La Reunión de los héroes.

    La cueva de Happy Harbor (Rhode Island), que sirvió de cuartel general a la primera Liga de la Justicia, y a una de las encarnaciones de la Patrulla Condenada, servía ahora a la mayor reunión de héroes que se había realizado desde hacía mucho tiempo. La Atalaya lunar de la Liga era un amasijo de ruinas3 y hubo que improvisar un nuevo lugar de encuentro. Superman había enviado un mensaje a multitud de héroes. Así, de múltiples rincones de los EE. UU., acudían intentando no ser vistos ni detectados por las fuerzas gubernamentales, pero dispuestos a dar la vida por el hombre que les había convocado.

      Se saludaban miembros pasados y presentes de la Liga de la Justicia: Átomo, Animal Man, Aquaman, Batman, Blue Beetle, Booster Gold, Canario Negro, Detective Marciano, Doctora Luz, Faith, Firehawk, Firestorm, Flash, Fuego, Green Arrow, Green Lantern (Kyle), Guy Gardner, Gypsi, Hombre Elástico, Manitú Raven, Plastic Man, Steel, Tornado Rojo Vixen, Zatanna.
    
      De la Sociedad de la Justicia: Atom Smasher, Doctor Fate, Doctor Medianoche, Flash I, Hawkgirl, Hakwman, Green Lantern I, Wildcat, Mr. Terrific, Stargirl, Hourman II, Power Girl, Sand, Wildcat, Jakeem y Thunderbolt.
    
      Los Titanes, Outsiders y la antigua Young Justice conformaban un solo grupo: Arsenal, Changeling, Blumblebee, Ciborg, Arrowette, Damage, Katana, Impulso, Raven, Grace, Metamorfo, Heraldo, Pantha, Starfire, Jesse Quick, Estrella Roja, Superboy, Vapor, Trueno, Relámpago, Tempest, Looker, Nightwing, Grace, Joto y Frimge.

      Los Guardianes Globales, los Luchadores por la Libertad (Tío Sam, Cóndor Negro, Hombre Muñeco, la Dama Fantasma, Bomba Humana, Rayo). Los tres miembros de la Familia Marvel, el Capitán Marvel, el Capitán Marvel Jr. y Mary Marvel, que celebraban el reencuentro con el primero. Y varios grupos como DNAngels, Ravers, Supermen of América, Soyuz o Metal Men. De la Patrulla Condenada, su único miembro, Cliff Steele alias Robotman,  que se mantenía huraño en un rincón.

      Y multitud de héroes sin afiliación concreta Agente Libertad, Air Wave II, Relámpago Negro, Orquídea Negra, Blue Devil, Creeper, Superwoman, Crimson Avenger, Crimson Fox, el Muerto, Doctora Luz, el Diablo, Empress, Nightblade, Mongrel, Nightmaster, Ice Maiden, Imán, Tigre de Bronce, Richard Dragon, Centurión Alfa, Encantadora (June Moone), Loose Cannon, Mainline, Man Bat, Gangbuster, Delfín, Guardian, Gunfire, Freedom Beast, Janissary, Joto, Judomaster, Corazón de León, Natasha Irons, Jade, Orfeo, Mujer Búho, Espina, Salamanca, Sala, Hardline, Maya, Mera Pacificador, Perón, Flautista, Praxis, Question, Ragman, Striker Z, Seraph , Terra, Trueno, Traci 13, Wild Dog, Sol Naciente, la Cosa del Pantano, El diablo de Tasmania, Tecnócrata, Maya, Mera, Nightshade, Onyx, Oráculo. Y, claro está, Lobo que no cesaba de protestar.
    
      De un boom túnel hicieron su aparición los Nuevos Dioses Mr. Miracle, Big Barda, Lightray, Orion y Krakoom. Muchos reconocieron a Krakoom como responsable del ataque a Metrópolis que causó centenares de víctimas.4 Orión tuvo que ponerse delante de él para evitar que algún héroe le increpara. En un rincón, apartado de todos, el Hombre Elástico que no quería hablar con nadie. Seguía muy afectado por la muerte de su esposa.5 A pesar de que varios compañeros de la Liga se habían acercado a él para mostrarle sus respetos, rechazaba hablar con cualquiera de ellos. Faltaban héroes mágicos como Deadman, Demon, Fantasma Desconocido o Espectro. Imposibles de localizar por métodos convencionales. Y, por supuesto, Wonder Woman que, envejecida por una aventura reciente, residía en isla Paraíso.6 En su lugar comparecía Artemisa, vistiendo el traje y los brazaletes de Diana.
    
      Cuando Superman hizo su entrada la totalidad de los héroes le recibieron con grandes vítores. Era increíble la sensación que generaba en los demás. Era el primero de una generación. La mayoría veía en él un modelo a seguir. Se acercó al estrado principal y habló para todos:

- Compañeros, amigos. Gracias por asistir. Es el momento de devolverle a Luthor el daño causado. Sé que ha habido disensiones. La preocupación de oponerse a un gobierno legítimamente votado por los ciudadanos está presente en mi ánimo. Sin embargo, no hay otra solución si queremos liberar al planeta del yugo de un dictador que sólo busca su gloria personal. Así que os pido que estemos unidos, con un solo objetivo: derribar a Luthor, a Zod y a quienes les apoyen.

    Un gran aplauso, seguido de una enorme ovación salió espontáneamente de todos los presentes. Pocos permanecieron impasibles. Uno de ellos, cómo no, era Batman. Silencioso como siempre no tuvo expresión alguna. Sus pensamientos repetían una y otra vez la siguiente frase: ¿cómo demonios lo hace? Fue lo que dije yo y sólo conseguí dividir a la Liga. Superman prosiguió su discurso:

- Habrá dos frentes en esta guerra. El primero, Washington. El segundo, Modora. En la capital cuento con todos vosotros. Será una batalla dura en la que Luthor tendrá preparados a todos los supervillanos que le haya sido posible reunir. En Europa tendremos la colaboración de tres ejércitos: las amazonas, los thanagarianos y los atlantes. Atacaremos desde Modora, la base de R’as Ghul, y liberaremos China y Rusia. No hace falta que os diga que nos esperan.


- Yo me ocuparé de R’as Al Ghul- intervino Batman.- Le conozco mejor que nadie.

- No. Una representación de la Liga de la Justicia liderará la batalla en Modora. Artemisa, bajo el manto de Wonder Woman, ya que Diana está… incapacitada, irá al frente de las amazonas. Aquaman hará lo propio con los atlantes y Hakwman con los thanagarianos. Tu misión, Batman, será dirigir el ejército de superhéroes en Washington.


- ¿Podremos con todos los Iron?- habló Artemisa.

- La información de sus puntos débiles que consiguieron Robotman y el Hombre Elástico está siendo analizada y se está creando un virus informático que nos servirá para derrotar a los robots. El objetivo es introducirse en los ordenadores centrales de los Iron y descargar en ellos el virus.


- ¿Y Zod?- preguntó Green Arrow.

- Zod es mío. Le alejaré del combate.


- ¿Podrás? Si fueras derrotado Zod desnivelaría la balanza. ¿No sería mejor que Marvel o el Detective Marciano te ayudaran?- repreguntó Arrow.

- Recordad que la sola presencia de Amazo o Circe obliga a la máxima concentración de poder por nuestra parte. No podemos permitirnos debilidad en el frente. Venceré a Zod aunque sea lo último que haga en mi vida.


- Los thaganarianos piden una condición para prestar su ayuda. Luthor ha matado a algunos de ellos. Piden su extradición. Quieren juzgarlo en su planeta.- habló ahora Hawkman.

- Luthor debería pagar aquí por sus crímenes, pero necesitamos la ayuda de Thanagar. No hay otra respuesta que no sea la de sí.- respondió el Hombre de Acero. Para, a continuación, terminar el discurso- Esta Madre Caja que me dieron en Nueva Génesis ha sido mimetizada por Steel para crear Boom Túneles. Es decir, podremos aparecer de improviso en cualquier lugar de la Tierra.

      Un silencio se hizo en los presentes. Todo estaba dicho. Superman habló cerrando la reunión.
    
- Preparémonos para la batalla más importante de nuestras vidas. La libertad del planeta depende de nuestra victoria.

      Al terminar, todos los héroes intercambiaron saludos y comentarios. Batman se acercó a Hawkman, recordemos que habían tenido sus diferencias respecto al modo de aceptar la posición de Luthor. Batman adoptó un tono conciliador, poco habitual en él:
 
- Escucha Hawkman, R’as Al Ghul es un enemigo terrible. No lo subestimes.


- Si dudaras de mí no permitirías que fuera.
  
      Ambos héroes estrecharon sus manos con energía.



Capítulo 4: Preludio a la Guerra de Dioses.
  
    En el Centro de Washington aparece el National Mall. Es una zona de jardines al aire libre rodeada por los llamados museos Smithsonianos, monumentos nacionales y memoriales. En un extremo se encuentra el obelisco de 170 metros conocido como Monumento a Washington y en el otro encontramos el Capitolio, en donde Luthor había establecido su cuartel general. El Boom Túnel irrumpió en los cielos del National Mall soltando a la mayor fuerza superheroica vista desde los sucesos conocidos como Crisis en Tierras Infinitas. Superman encabezaba el ejército. Su sorpresa fue mayúscula cuando vio a un hombre en el suelo, con una capa y un sombrero azul oscuro, que les esperaba. Era el Fantasma Desconocido. Mientras los héroes descendían, Superman se acercó a él.

- Hola Fantasma, ¿has venido a ayudar?

- Sí. Además, el Alto Padre de Nueva Génesis contactó conmigo y me envía para revelarte el último mensaje aparecido en La Fuente.


- Ahórratelo. Estoy cansado de profecías sobre mi vida.


- Le prometí transmitírtelo. En un principio el Alto Padre era reacio a que lo conocieras por si su contenido pudiera disuadirte de emprender esta batalla.7


- No hay absolutamente nada en el universo que me la impidiera afrontar.


- Dice así: Y cuando el Emperador y el General claven sus rodillas un superhombre dejará de existir.


- Estoy harto de esta retórica mágico-religiosa. ¿El futuro está escrito? ¿Puedes decirme que esta batalla vamos a vencerla con total seguridad?


- No.


- ¿Puedes decirme que mañana estaré viendo el cadáver de Zod?


- No. El futuro son posibilidades.


- Claro, ¿tú qué ves?

- Las imágenes más recurrentes te muestran perdiendo lo que más amas. En otras, triunfas, en las últimas, Zod te arranca el corazón.


- Entonces, ¿qué más da lo que diga la Fuente? Y aunque fuera cierto no me haría dar un solo paso atrás. De todos modos, gracias por acudir, tu ayuda será valiosísima para derrotar a Circe.

    El Fantasma Desconocido sonrió, saludó tocando el ala de su sombrero y se mezcló entre los demás héroes. Luthor observó la llegada del ejército enemigo desde un monitor en su despacho. Tras él se situaban Angle, Laverne, Doctor Sivana, Profesor Ivo, T. O. Morrow y Juguetero. Delante suyo, Zod. Luthor ordenó desplegar las fuerzas de los supervillanos. Pronto, otro ejército de parecidas dimensiones se situaba a 500 metros de los héroes, con Deahtstroke al frente. Luthor cogió un micrófono y se dispuso a dar un mensaje que transmitirían los comunicadores personales que los villanos llevaban.

- Señores, no hace falta que os diga que este será un día histórico. Una nueva era se abrirá para la humanidad y para nosotros. Porque, por fin, por una vez, serán derrotados. ¿Tengo que recordaros cuántas veces hemos sufrido humillación a manos de estos héroes? Hoy tenemos la posibilidad de devolverles todo el daño que nos han causado. Acabemos con ellos y pasemos a ser los verdaderos líderes del planeta. Olvidaos de vuestros grupos de pertenencia, olvidaos de vuestros intereses personales. Hoy sólo importa vencer a estos rivales. El mundo será nuestro. Entended bien mis palabras. No hay otro camino. Es ganar o ganar. Si no… lo perderemos todo. No penséis que sois un Escuadrón Suicida, esto es una gran Liga de la Injusticia que va a demostrarles a esos ineptos idealistas que somos más fuertes y que vamos a hacerles morder el polvo por una puta vez.


    Allí estaban reunidos los pesos pesados como Deathstroke, la Hermandad del Mal (Cerebro, Monsieur Mallah, Houngan, Plasmus, Fobia, Warp), los Cinco Temibles (Doctor Luz, Mamut, Gizmo, Shimmer, Psimon), Black Adam, controlado mentalmente por el Doctor Psycho que se situaba a su lado, Siniestro, Metallo, Circe, Joker, Capitán Frío, Amazo, Héctor Hammond, Felix Faust, Abra Kadabra, Chemo, Doctor Polaris, Shaggy Man (con el cerebro del General Eiling), Doctor Destimo;

    Un segundo grupo formado por Araña Negra, Ola de Calor, Bane, Capitán Bumerán, Amo de los Espejos, Hombre Florónico, Caballero Fantasma, Bromista, Prometeo Capitán Nazi, Cheetah El Hombre Ángulo, Chesire, Cronos, Clayface, Conde Vértigo,  Cicada, Zsasz, Murmullo, Onomatopeya, Lady Shiva, Gorila Grodd, Solomon Grundi, La Llave, Killer Frost, Mister Frío, Hombre Tatuado, Johnny Sorrow, Espantapájaros, Trickster y Neutrón.

    Por último, en un tercer grupo Dark Némesis (Blizzard, Axis, Carom, Scorcher, Vault), los Ahorcadores (Killshot, Stranglehold, Shock Trauma, Provoke, Breathtaker),  Body Doubles, la Brigada Aria, Bolt, Brutale, Charaxes, Caribdis, Demoliton Team (Rosie, Scoopshover, Steamroller, Hardhat, Jackhammer), Grupo Irbid (Behemot, Gorgon, Harpa, Prometeo, Pterador, Sarocco, Touch-N Go), Calavera Atómica, Cat Man, El rey de los relojes, Cluemaster, Copperhead, Devastación, Doctor Alquimia, Doctor Mist, Double dare, Pescador, Black Manta, Durán, Echo, Effigy, Encantadora (Lourdes Lucero), Lady Vic, Fastball, Fatality, El Hombre Plegado, Luciérnaga, Giganta, Godiva, Gun Shot, Hardsell, Harley Quinn, Hoz y martillo, Jinx, Killshot, Rey Tiburón, Knockout, Royal Flush Gang, Hellhound, Metralla, Tigresa II, Shiv, Kestrel, Iron Cross, Icicle, Ignition, Leather, Lynx, Sombrerero Loco, Magenta, Meanstreak, Onslaught, Bolshoi, Pravda, Molotov, Plunder, Abeja reina, Red Panzer, Replicante, Rip Roar, Sabbac, Shade, Tiburón, Riot, Spellbinder, Split, Tar Pit, Tannarak, Shock Trauma, Silver Monkey, Skorpio, Sonar, Fire Fly y Top.

    La fuerza era impresionante, sobre todo teniendo en cuenta que no hacía ni medio año Amazo había peleado él solo contra casi todos los héroes que allí se encontraban. Por si fuera poco, quinientos Iron estaban apoyándoles.

Además, estaba Zod.

    Luthor miró los monitores buscando desesperadamente a Superman. Cuando le vio sintió un escalofrío de preocupación en la columna. Su cerebro se concentró rotundamente en una sola frase: Esta vez me toca a mí.

    Batman avanzó en solitario hacia el ejército enemigo con una bandera blanca. Por si no la respetaban ordenó a Green Lantern que estuviese atento para sacarle de allí. Deahtstroke hizo lo mismo. Frente a frente se situaron los generales de ambos ejércitos. Batman habló primero:

- Wilson, no hay dinero en el mundo que te puedan pagar para hacer esto. No tenéis oportunidad de vencer. Déjalo y disuelve tus fuerzas.

- Ja, ja, ja. Muy bueno el chiste. Mira Batman. ¿Sabes? La mayoría de los chicos que tengo detrás empezaron esto por dinero. pero ahora… algo ha cambiado. ¿Sabes cuál es la sensación que tenemos? Que vamos ganar, que por una maldita vez vamos a triunfar definitivamente sobre vosotros y la historia dará un giro brutal.

- Diles que sigan soñando.


- Somos más y ahora tenemos a Zod. Vuelve con tus poderosos amigos y despídete de las personas a las que quieres porque puede ser la última vez que las veas.


- Tú no puedes hacer lo mismo ¿verdad Wilson? Porque en tu bando no hay una sola persona a la que aprecies de verdad.


- Siento tu preocupación. Hoy se producirá un cambio en la historia.

    Batman y Deahtstroke retornaron a sus filas. Batman escuchaba como algunos  héroes murmuraban sobre la superioridad del ejército de Luthor. Los villanos sonreían viéndose claramente superiores. Perry White tituló ese día el Planet: LIBERTAD CONTRA IMPERIO: UNA GUERRA DE DIOSES DECIDE EL DESTINO DEL PLANETA. Batman tomó el micrófono y se dirigió a todos los superhéroes que formaban frente a él:

- Seguid mis instrucciones a través de los comunicadores que os di. En circunstancias normales el Detective Marciano nos conectaría a todos mentalmente, pero estará demasiado ocupado como para poder mantener la concentración. Es importante que nadie haga la guerra por su cuenta, ceñíos absolutamente a mis indicaciones. Utilizad la fuerza necesaria para vencer, pero no mataremos a menos que sea imprescindible para salvaguardar nuestras vidas. Recordad, no podemos ser derrotados. Esa es la verdadera única consigna. Si perdemos el mundo quedará en sus manos.

      Batman sabía que nadie le desobedecería. Su firmeza era capaz de inspirar obediencia en los demás, pero necesitaba que todos los presentes tuvieran confianza ciega en la victoria. Esa esperanza sólo podía otorgarla Superman. Por eso le pidió que les hablase. Batman había estado toda su vida entrenando, no sólo su físico, también su mente, su personalidad, su carácter. Había estudiado técnicas de expresión para influir en los demás, para conseguir que el resto de la gente se sintiera obligado a obedecerle, para dejarles sin respuesta. Sin embargo, se dio cuenta que una palabra de Superman hacía que los demás se matasen por ayudarle. Y eso no lo daba su origen kryptoniano. Era algo que llevaba en su interior, era nobleza, era ser una buena persona en la que podías confiar. Aunque lloviera infierno otorgaba tranquilidad a los demás. Se acercó al micrófono y sonrió:

- No es tiempo de discursos. Sois los mejores. Sé que daréis todo lo que tenéis dentro hasta que no podáis más. Vamos a ganar, que nadie lo dude.

    Hubo vítores de aclamación. Batman miró los rostros de los héroes y supo que todos creían en sus palabras. Se preguntó cómo demonios lo hacía. A él nunca le habían aplaudido. La sensación de euforia era tal que, por vez primera, incluso él, pensó que podían salir victoriosos. Después, probó los comunicadores que tenía todo el mundo y les dijo que si querían despedirse de alguien lo hicieran ya que aquello iba a comenzar en segundos. Rápidamente, los héroes se buscaron, los más allegados, los que más cosas habían compartido. Así, veíamos a miembros de la Liga, la Sociedad o los Titanes darse abrazos, besos, apretones de manos o, simplemente, desearse suerte. Detengámonos en algunas de las conversaciones.

    Robotman se acercó al Hombre Elástico. No había vuelto a hablar con él desde el entierro de Sue. Cliff Steele sentía que quería disculparse, si no le hubiese incriminado en todo esto, su mujer seguiría viva.8


- Ralph. Déjame decirte una cosa.


- Cliff…


- Lo siento… muchísimo… Si yo no hubiese…


- Cliff, descubrimos el secreto de los Iron, el sacrificio de Sue nos posibilitará ganar aquí.


- Pero…


- Escucha no fue culpa tuya. Fue culpa de los hijos de puta que tenemos enfrente. Así que si crees que me debes algo págamelo rompiéndole la cabeza a todo aquel que nos impida tomar el capitolio.


- Ok, Ralph. Gracias.

    La conversación quedó interrumpida cuando una parlanchina serpiente verde se arrojaba al cuello de Robotman. Se trataba de Changeling, el miembro de los Titanes, que había compartido lazos de sangre con la Patrulla Condenada original. Robotman se alegró de ver al joven titán.

    Dentro de la Sociedad de la Justicia, resultaba emotivo ver a estos veteranos abrazarse como si fuese la última vez que iban a verse. Jay Garrick y Alan Scott, los primeros Flash y Green Lantern de la Tierra, hablaban:

- ¿Preocupado Jay?


- Esto no acaba nunca. Parece que el destino nos esclaviza a batallas continuas y cada vez peores.


- No culpes al destino, es la vida que hemos elegido.


- No sé… hemos hablado esto muchas veces, pero… quizá ahora llegue el momento de la retirada.


- ¿Retirarte? Jay en cuanto ganemos a estos tíos…


- ¿Recuerdas aquella primera reunión de la Sociedad en aquel hotel?9


- Sí.


- Queríamos cambiar el mundo. Y no hemos conseguido nada. Fíjate estamos intentando detener a un emperador en suelo americano. La guerra sigue extendiéndose en muchos planetas, hay hambre, quizá enfocamos mal las cosas. Alguien lo dijo, ¿no fuiste tú?


- Jay, hemos hecho lo que hemos podido. No somos dioses. Intentamos inspirar con nuestro ejemplo y creo que lo hemos conseguido. Hemos hecho mucho bien. Ayudamos a tumbar a un dictador y hoy haremos lo propio con este. Déjate las retiradas para los viejos.


- Somos octogenarios, Alan.


- Estamos hechos dos chavales. ¿Cómo le irá a Carter en Modora?


- Ganará siempre lo hace. Era difícil tratar con él en los tiempos de la guerra.


- Siempre ha sido difícil tratar con él, pero es un camarada que se dejará la vida antes de que un compañero sufra.


- Bueno, preparémonos. Nos espera una batalla dura.


- Si algo saliera mal.


- Ya hemos vivido demasiado. Tampoco nos perderíamos tanto.


- Cierto y respecto al futuro tenemos quien sigue nuestros pasos.


- Estamos de acuerdo.

      Ambos se estrecharon la mano. En eso llegó Wildcat.

- Ya estáis con vuestras sensiblerías. Venga, vamos a situarnos. Esto va a comenzar…

      Los Titanes originales, Nightwing, Arsenal, Flash, Tempest charlaban como si se tratara de una reunión amistosa. Sólo se cortaron las risas cuando Arsenal dijo:

- Ojalá estuviese Donna.

      Luego se acercaron a otros Titanes y así veíamos a Flash dar ánimos a Impulso o a Nightwing abrazarse con Starfire. Changeling, que venía con Robotman, empezó a incordiar a Ciborg. El grupo de Young Justice se acercó a ellos. Nightwing hablaba a los Titanes:

- Esta es una pelea más que nadie piense lo contrario. Estamos preparados para derrotarlos.


- Claro, después de esto nos iremos unos días de excursión al Gran Cañón.- intervino Changeling.

- Dalo por hecho -dijo Ciborg.

    Superboy se alejó unos pasos y llegando hasta Superwoman y Steel, les habló:

- Les voy a hacer pagar el ataque a Tim.10


- No pierdas la cabeza. Hay que estar centrado, sin dejarse llevar. Va a ser un escenario peligroso. –dijo Superwoman.

- Los tres llevamos la ese. Hemos intentado honrar ese símbolo y estar a su altura. Veremos si lo conseguimos esta vez.-íntervino Steel.

- Siempre lo habéis logrado, -dijo Superman apareciendo de improviso antes de abrazarles uno a uno.

    Así múltiples muestras de afecto y ánimo se sucedían por doquier. Tio Sam arengaba a los Luchadores por la Libertad. El Capitán Marvel guiñaba un ojo al Capitán Marvel Jr. y Mary Marvel. Flecha Verde se acercaba a Canario Negro:

- Hey, Dinah… si algo saliera mal.


- Venga, no puedo creerme que el autosuficiente y presuntuoso arquero esté preocupado.


- Dinah, narices, no lo hagas más difícil. Este baile va a ser duro. Quiero decirte algo…


- Oliver…


- Siento mucho todo el daño que haya podido causarte, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Jamás he querido a alguien como…, bueno, como te quiero a ti. Si sucediera algo malo y yo no acabase esta batalla…


- Escucha Oliver, que pena que no tenga móvil, me gustaría grabarte y cuando todo esto pase y volvamos a la normalidad ponérselo a tus amigos de la Liga en alguna de vuestras reuniones.


- Bah, pierdo el tiempo. Uno abre su corazón y sólo sirve para que …


- Oliver calla.

      Dinah cerró la conversación con un apasionado beso que dejó al arquero sin habla.

    Serios y apartados del resto los Nuevos Dioses, Orión, Lightray y Krakoom también conversaban. Orión alzaba la voz:

- Para esto he nacido. ¿No escucháis el rumor de la muerte aproximarse? Viene como un pájaro negro sobrevolándonos. Descenderá y segará vidas. Esto es lo más importante de la existencia: matar o morir. Sentir que los enemigos mueren bajo mi fuerza. Vibrar ante el peligro de perder el alma.

    Lightray le respondía:

- No cambiarás nunca. La guerra es mala, deberías haberlo aprendido en Nueva Génesis. ¿Lo más importante de la vida? Ser feliz. Nadie es feliz en combate, nadie menos tú.

    Krakoom terminaba la conversación:

- ¿Lo mejor de la vida? Me he pasado encerrado dos décadas. Encadenado por Darkseid sin más pecado que el de haber nacido. Lo mejor de la vida es la libertad. Pero, eso sólo puede entenderlo el que la ha perdido alguna vez.

    Batman se acercó a Nigthwing y sin mediar palabra y ante el asombro de éste le dio un largo abrazo:

- ¿A qué ha venido este abrazo Bruce?


- De todos los que estamos aquí eres la persona que más me importa. Tim está mal y no soportaría que te pudiera suceder algo…


- Vamos Bru… Batman.


- Tengo un mal presentimiento, es algo que me ha dicho Deathstroke… ¿y si te pidiera que no participaras?


- Te mandaría al infierno. Venga, Bruce, tú y yo como en los viejos tiempos. Vamos a por ellos, Batman. Y si pasa algo… joder, gajes del oficio. Terminemos con esto de una vez.

    Por último, Batman y Superman se quedaban un momento a solas. Batman hablaba con dureza.


- Tu plan es una locura. Llevarte a Zod es suicidarte. Es más poderoso que tú.


- Están tan confiados porque Zod está con ellos. Verle alejarse bajará su moral.


- Pero, te arriesgas demasiado. Esa trampa que has ideado… también te afectará a ti. Podría ser otro quien…


- ¿Quién? Nadie tiene la fuerza suficiente para contenerlo el tiempo necesario y que la trampa actúe. Sólo yo puedo acercarme lo suficiente. La responsabilidad es solo mía. 


- Deja que te acompañe un Marvel…


- Les necesitas aquí. Recuerda: Amazo, Black Adam, Siniestro, Polaris, Circe… No puedes permitirte perder poder.


- No vas a hacerme caso.


- Si no te conociera pensaría que estás preocupado. Tú gana esta batalla que yo derrotaré a Zod. Este es un trabajo para Superman.- dijo sonriendo.

- Está bien. Suerte… amigo…

    Ambos se dieron un abrazo y se estrecharon las manos

- Volveré triunfante. Confía en mí.

- A pesar de nuestras diferencias siempre lo he hecho...



Capítulo 6: Guerra de Dioses.

      Amazo se elevó y adelantó a todos los demás en unos cien metros. Miró a los superhéroes que formaban ante él esperando las instrucciones de Batman. Sonrió mientras su cerebro electrónico calculaba cuántos podría matar en un segundo con la velocidad de Flash y la fuerza del Detective Marciano. Amazo pronunció tres palabras que helaron la sangre a muchos de los presentes:


- Vais a morir.

    Batman estaba situado en una especie de tienda de campaña de metal. Dentro estaba rodeado por pantallas de ordenador y un equipo comunicador que le permitía saber a quién dirigía sus instrucciones. Cámaras situadas estratégicamente le mostraban el campo de batalla. Su primera intención fue que a su lado estuviera J’Onzz para transmitir mentalmente sus órdenes y para conseguir un vínculo telepático entre los héroes, pero no podía ser. J’Onzz era demasiado poderoso como para perderle como combatiente, además el poder mental de Psimon, Cerebro y Hammond sólo podía ser contrarrestado por el Detective Marciano. Así que todos los héroes estaban dotados de intercomunicadores. A su derecha se encontraba Bárbara Gordon, Oráculo, para transmitir a los combatientes sus órdenes. Bárbara había visto la muerte de cerca en el ataque del Joker. No sabía cómo habían adivinado la ubicación de su cuartel, pero dado los ilimitados recursos de Luthor tampoco le resultaba extraño que hubiese pasado.

    El primer golpe era fundamental, Batman lo sabía. Amazo se lo puso en bandeja. Necesitaba pegar primero para que la moral se elevara en ese primer segundo de combate. Batman miró a Oráculo y le hizo una seña. Oráculo apretó el micrófono con fuerza y ordenó a Orión, Krakoom y Lobo un simple: a por él. Los tres mencionados salieron a velocidad inhumana a estamparse contra el androide que sorprendido cayó al suelo. Entonces, Deahtstroke ordenó la avalancha de villanos, que gritaban desaforados. Batman hizo lo propio y los héroes también se lanzaron al unísono contra las tropas enemigas. El choque se produjo. Se trataba de la mayor confrontación de villanos de la historia contra el mayor grupo de héroes jamás visto desde los tiempos del All Star Escuadrón o la Crisis en Tierras Infinitas. Igualmente el cielo se llenó de unos 500 Irons que apoyaban a las tropas de Luthor, pero fueron interceptados por unos 1000 Rockets Reds rusos en el aire.

    Amazo se recuperó en una milésima. Sus habilidades incluían absorber todo el poder de los héroes que tenían enfrente. Sin embargo, debido a la especial naturaleza de los Nuevos Dioses, no podía hacerlo con ellos. Así que Orión, Lightray, Big Barda, Mr. Miracle y Krakoom eran los encargados de frenarlo. Igualmente, la fisiología de Lobo le hacía  incompatible con ese poder de absorción del terrible androide. Además, al ser el czarniano reacio a recibir órdenes, Batman quería darle un rival del que no pudiera evadir su atención. Amazo impactó a supervelocidad contra Orión lanzándolo cien metros atrás, soportó, sin problemas, dos rayos con una temperatura de 1000º C lanzados por Lightray y el aliento de fuego de Krakoom. Sopló y generó un huracán de hielo que congeló a  sus enemigos.  Sin descanso, con la velocidad y fuerza de los héroes de la Liga, atravesó el estómago de Krakoom y descargó un terrible puñetazo en el rostro de Lobo. El cuerpo de Krakoom se regeneraba a ojos vista, mientras volvió a proyectar su aliento de fuego contra el androide. Pero, a Amazo, nada parecía causarle daño. Estrangulaba a Lobo con un brazo mientras reía sin cesar. Barda le bañó con la energía cósmica de su cetro, pero Amazo la miró y con sus rayos de calor le atravesó un brazo. Mr. Miracle evitó que su mujer se golpeara con el suelo y un segundo después adosó una bomba a la espalda del androide aunque explotó sin hacerle daño. En un suspiro, Amazo agarraba la pierna derecha de Mr. Miracle y le estampaba una y otra vez contra el suelo. Barda se lanzó despreocupándose de sí misma y agarró del cuello al terrible robot, pero éste la paralizó con la energía imitada de Green Lantern y de un golpe seccionó su cabeza. Mr. Miracle gritó de dolor. Su esposa acababa de morir ante sus ojos. Ciego de rabia golpeó como pudo a Amazo sin causarle daño. Amazo levantó su puño para descargarlo contra el escapista. Hubiese muerto de no ser por la intervención de Orión y Lobo que volvieron a precipitarse contra el robot.

    Batman se adelantó a Deahstroke. Iba indicando a los héroes que villanos debían combatir. Un grupo de Titanes, Outsiders y Robotman cercaron a la Hermandad Del mal. Starfire desde el cielo proyectó sus rayos sobre Plasmus, deshaciéndole medio cuerpo. Metamorfo envolvió a Houngan antes de que pudiera emplear su muñeco vudú. Raven se enfrentó con Fobia y aunque ésta le hacía ver su mayor miedo, ser controlada por su demoníaco padre Trigón, resistía acercándose a la villana. Ciborg de un salto se situaba enfrente de Cerebro proyectándole descargas eléctricas mientras evitaba su control mental con un aparato construido por él mismo. Robotman partía la nariz de Mallah de un soberbio puñetazo, mientras que Changeling, convertido en un león, derribaba a Warp antes de que éste pudiera usar sus portales de teleportación. Sin embargo, irrumpieron a traición los Cinco Temibles. Psimon unía su energía mental a la de Cerebro y Ciborg se veía paralizado. El Doctor Luz derribaba con un rayo a Starfire. Gizmo lanzaba tres bombas contra Robotman. Mamut golpeaba a Metamorfo. Y Shimmer disolvía el suelo que estaba debajo de Raven. Changeling se transformó en un enorme dinosaurio que se interpuso entre los combatientes. Esto dio un respiro a Titanes y Outsiders que se abalanzaron de nuevo a por sus rivales.

    A pocos metros, Siniestro surcaba el aire irradiando poder. Su energía amarilla fue cortada por el anillo de Kyle Rayner. -Ya te machaqué en la atalaya de la Liga, ¿qué te hace pensar que va a ser diferente?- gritó desafiante el renegado Lantern. Un puño verde que provenía de otro anillo le impactó. Siniestro se giró y vio al primer Green Lantern, Alan Scott, volando hacia él. Ahora no está solo. -Es la hora de terminar con los dementes-le dijo Scott. Además, antes de poder responder una última explosión le conmocionó unos segundos. Era un disparo efectuado por Guy Gardner que también le gritaba: ¡Hijo de puta te devolveremos al infierno de donde regresaste!. En momentos, Siniestro se vio superado, pronto recuperó la ventaja al aparecer el Doctor Polaris y el Hombre Tatuado. El primero aplastó contra el suelo a Gardner y, el segundo, animaba tatuajes que envolvieron a Alan Scott. Rápidamente, Batman reaccionó. El Hombre Elástico y Plastic Man fueron enviados a ayudar a los lanters.

    Superboy, Superwoman, Tornado Rojo y algunos Luchadores de la Libertad se las veían y se las deseaban contra Shaggy Man. El monstruo peludo, con el cerebro del General Eiling, era invulnerable, superfuerte y prácticamente imposible de detener. Rojo intentaba que no pudiera moverse con sus poderosos huracanes. Superwoman y Superboy le golpeaban mientras que Rayo le bañaba con su energía y la Bomba Humana con sus explosiones. El Tío Sam coordinaba la acción, pero Shaggy Man no caía. En un rápido lance el Tío Sam vio su rostro marcado por una de las garras de su adversario. Superwoman fue asida por un brazo y estampada contra Superboy. Éste se levantó y le golpeó tres veces en el rostro, pero no consiguió causarle mella. Shaggy Man le agarró y le mordió el hombro con toda la fuerza intentando desgajárselo del cuerpo. La Bomba Humana se colgó a su espalda y se explosionó a sí mismo. Superboy quedaba libre. El humo de la explosión se desvaneció y el Shaggy Man seguía de pie relamiendo la sangre. La Bomba Humana se recomponía asombrado, ¿qué más podría hacer para derrotarlo? Rayo volvió a proyectar su poder.

    El resto de los Luchadores, Chica Fantasma, Hombre Muñeco y Cóndor Negro, llegaban a tiempo para ayudar a Hawkgirl que acababa de ser herida por Chesire en un costado. El puñal de la villana infectado en veneno goteaba sangre de la chica halcón, el Hombre Muñeco cayó sobre la mano de Chesire obligándola a soltar el puñal. Sin embargo, cuando el Cóndor Negro iba a sujetarla, Bane apareció lanzándose contra él y aplastándolo contra el suelo le fracturó un brazo. La Chica Fantasma se dirigió a ayudarle, pero el Caballero Fantasma, intangible como ella, le abrió la cabeza con su bastón. Quedó tan sorprendida como atemorizada, era la primera vez que eso sucedía. El Caballero rió y volvió a bajar su bastón hundiéndole parte del cráneo. La sangre de la Chica Fantasma manaba sin cesar. El Hombre Muñeco saltó hacia el Caballero pero le atravesó sin poder tocarlo. Hawkgirl se puso en pie, situó su cinto de metal N encima de su herida y sintió, no sólo, como se curaba casi a ojos vista, sino como el efecto del veneno desaparecía. Alzó su maza y la descargó contra Chesire aunque esta la esquivó. Bane, golpeaba al Cóndor Negro una y otra vez hasta partirle el cuello. De repente cuatro flechas se le clavaron en la espalda. Con un rugido de rabia miró atrás y observó como Green Arrow, padre e hijo, corrían hacia él.

    Apenas a cien metros, Canario Negro luchaba en una cerrada igualdad contra Lady Shiva. Shiva nunca hubiese pensado que aquella lucha duraría tanto, pero debía emplearse a fondo. Más sorpresa tendría cuando Canario empleó su grito ultrasónico. La temible experta en artes marciales tapó los oídos con sus manos, desguarneciéndose. Canario de una patada lateral acababa con la malévola y peligrosa Shiva. No había muchas personas en el mundo capaces de decir que la habían vencido. En otra coreografía espectacular Wildcat, Gangbuster, Judo Master, Tigre de Bronce, Richard Dragón y Katana se las veían contra Araña Negra, Murmullo, Zasz, Onomatopeya y, sobre todo, Prometeo. Este último podía mimetizar las habilidades de combate de Batman, y atacaba a Katana, Dragón y Tigre a la vez.

    En un torbellino de velocidad el primer Flash, Jay Garrick, y el actual, Wally West, acompañados de Impulso y Jesse Quick intentaban derribar al Capitán Frío, que estaba acompañado por Killer Frost, Mr. Frío, Capitán Bumerán y el Amo de los Espejos. Mientras los villanos con poder de frío sobrecargaban la atmósfera para ralentizar a los velocistas, el resto atacaban con sus armas sin que los héroes pudieran eludirlas. Jay Garrick, Flash I, veía como sus manos se cubrían de escarcha cuando un latigazo de dolor incendió su costado al cortarle un bumerán afilado. Wally giró sus manos para devolver la ventisca sin éxito. El Capitán Frío vio como un bumerán derribaba a Jesse Quick y en ese instante disparó su pistola acertándola de lleno. La velocista quedó inserta en un bloque de hielo. Jay aceleró el paso para sacar aquella estatua de hielo de aquel espacio de peligro. No lo consiguió, de un reflejo del hielo surgió el Amo de los Espejos y le tumbó de un puñetazo. Impulso perdía el control de su carrera y Killer Frost intentó, sin lograrlo, ensartarle con gélidas estalactitas. El Capitán Frío gritó a Wally:

- Ríndete o no saldréis vivos de aquí.


- Nunca.


- Tú lo has querido.

    El rayo del Capitán Frío partió de su arma con la intención de destrozar la estatua helada que englobaba a Jesse Quick. Wally lo contempló horrorizado y aumentó su velocidad logrando apartar la estatua de esa mortífera trayectoria. Wally giró el rostro y miró a Frío con rabia.

    La hechicera Circe era la villana más peligrosa. Su nivel de poder estaba a la altura de Zod o Amazo. Batman sabía que ella sola podría poner en jaque al ejército superheroico. Debía de neutralizarla cuanto antes. Escogió a auténticos pesos pesados de la magia. Manitú Raven, Jakeem y su Thunderbolt, el Doctor Fate, Zatanna, el Fantasma Desconocido y Ragman. Circe alzó las manos y creó un muro de energía contra el que se estrellaron los héroes.  Deathstroke se dio cuenta de que eran enemigos muy poderosos y ordenó a Felix Faust, al Doctor Destino, a Abrakadabra y a Johnny Sorrow que la apoyaran.  Jakeem sacó a su Thunderbolt y le pidió que derrotara a Circe. El genio relámpago voló hacia la hechicera, pero ésta engarfió los dedos creando una red invisible que enlazó al ser místico. Luego, lo atrajo hacia sí y clavando su mano en el pecho lo desintegró. Jakeem gritó como si le arrancaran una parte del cuerpo, ahora era un simple adolescente. Fate le protegió en una burbuja mágica. Acto seguido, el mismo Fate, el Fantasma y Zatanna proyectaron sus energías contra la maga que las resistió no sin esfuerzo. Felix Faust hechizó a Manitú Raven, que empezó a sentir como sus pies se convertían en raíces y se anclaban al suelo. En segundos se había convertido en un árbol. Johnny Sorrow descubrió su máscara proyectando una energía mortífera que hizo caer de rodillas a Ragman en una agonía brutal. El Fantasma Desconocido indicó a Zatanna que se enfrentara a Abra Kadabra y a Fate que se ocuparan de Sorrow y Faust. Circe al verse sola frente al Fantasma se sintió triunfante:

- Maldito errante. ¿En esta ocasión sí has decidido tomar partido?

    Psycho seguía dominando a Black Adam. Cuando atisbó al Capitán Marvel le ordenó atacarle. Ambos contendientes chocaron en el aire y en su caída intercambiaban puñetazos capaces de destruir montañas. Mary Marvel intentó ayudar a su hermano, pero el Capitán Nazi se la echó encima. El Capitán Marvel Jr no dudó en ayudarla y ambos se enzarzaron en una violenta pugna contra el nazi. El Mago del Tiempo alcanzó por la espalda con dos rayos eléctricos al muchacho, nivelando la disputa. Mientras, Marvel y Adam protagonizaban un duelo de colosos. Psycho sangraba por la nariz porque le costaba controlar la voluntad de Adam. Sin embargo, aún obedecía sus órdenes y los dos rivales se estrangulaban poniendo a prueba sus fortalezas.

    El Átomo intentaba derribar al Conde Vértigo, Atom Smasher a Clayface, Espina tumbaba al Bromista, Question al Hombre Ángulo, Blue Beetle y Booster Gold se enfrentaban al Espantapájaros, Trickster y Cronos; Mr Terrific, Hourman y el Guardián ponían en apuros a Cicada y a la Llave. Steel levantó su martillo y lo descargó contra el pecho de Metallo. El ser metálico resistió y proyectó dos rayos contra el héroe. Su armadura también aguantó y ambos se enzarzaron en un combate golpe a golpe. Exactamente igual que Power Girl y Solomon Grundy que no cesaban de impactarse puñetazos. Tempest, Mera y Delfín contenían al Pescador y Manta Negra; la Cosa del Pantano se enfrentaba con el Hombre Florónico; Animal Man contra Cheetah; los Metal men junto a Firestorn intentaban detener al gigantesco Chemo que soltaba líquidos radiactivos a sus contendientes. El Detective Marciano contenía mentalmente a Héctor Hammod y Gorila Grodd. J’ Onzz sangraba por el esfuerzo pero conseguía paralizar y someter lentamente a los dos terribles enemigos.

    Y en una amalgama de puñetazos, rayos y acrobacias el resto de los héroes y villanos que mencionábamos se machacaban inmisericordes: la Doctora Luz, Faith, Firehawk, Fuego, Gypsi, Vixen, Stargirl, Sand, Blumblebee, Arrowette, Damage, Grace, Pantha, Estrella Roja, Vapor, Trueno, Relámpago, Risk, Blue Devil, Creeper, Man Bat, Looker, Grace, Joto, Frimge, Guardianes Globales, DNAngels, Ravers, Supermen of América, los Soyuz, Agente Libertad, Air Wave II, Orquídea Negra, Crimson Avenger, Crimson Fox, el Muerto, Diablo, Empress, Nightblade, Mongrel, Nightmaster, Ice Maiden, Imán, Centurión Alfa, Loose Cannon, Mainline, Gunfire, Freedom Beast, Janissary, Joto, Corazón de León, Natasha Irons, Jade, Orfeo, Mujer Búho, Salamanca, Sala, Hardline, Maya, Pacificador, Flautista, Praxis, Striker Z, Seraph, Terra, Trueno, Traci 13, Wild Dog, Sol Naciente, El diablo de Tasmania, Tecnócrata, Maya, Nightshade, Onyx peleaban sin desfallecer contra, el grupo Dark Némesis (Blizzard, Axis, Carom, Scorcher, Vault), los Ahorcadores (Killshot, Stranglehold, Shock Trauma, Provoke, Breathtaker),  Body Doubles, la Brigada Aria, Bolt, Brutale, Charaxes, Caribdis, Demoliton Team (Rosie, Scoopshover, Steamroller, Hardhat, Jackhammer), Calavera Atómica, Cat Man, El rey de los relojes, Copperhead, Devastación, Doctor Alquimia, Doctor Mist, Double dare, Durán, Echo, Effigy, Encantadora (Lourdes Lucero), Lady Vic, Fastball, Fatality, El Hombre Plegado, Luciérnaga, Giganta, Godiva, Gun Shot, Hardsell, Harley Quinn, Hoz y martillo, Jinx, Killshot, Rey Tiburón, Knockout, Royal Flush Gang, Hellhound, Metralla, Tigresa II, Shiv, Kestrel, Iron Cross, Icicle, Ignition, Leather, Lynx, Sombrerero Loco, Magenta, Meanstreak, Onslaught, Bolshoi, Pravda, Molotov, Plunder, Abeja reina, Red Panzer, Replicante, Acertijo, Rip Roar, Sabbac, Shade, Tiburón, Riot, Spellbinder, Split, Tar Pit, Tannarak, Shock Trauma, Silver Monkey, Skorpio, Sonar, Fire Fly y Top.
    
    Zod irrumpió en el cielo de Washington. Con un aterrador grito aterrizó impactando contra el suelo con fuerza y provocando un terrible temblor que percibieron todos los presentes. Los combates se detuvieron por un momento pensando en que alguien había arrojado una bomba atómica.


- ¿Quién quiere morir el primero?- gritó.

    Todos le observaron. El silencio reinó por un segundo en aquella descomunal batalla. Pero, una milésima antes de cualquier acción de Zod, que ya planeaba como matar a tres enemigos de un golpe, una voz hizo que todas las miradas volviesen a alzarse:

- ¡¡General!!

    Nadie se movía. Las peleas se habían congelado. La aparición de Superman, como un ángel salvador, descendiendo hacia Zod atrajo toda atención.

- Kal El. Por fin.


- ¡Esto es entre tú y yo! ¡Esto es entre kryptonianos!


- Tienes razón. Somos kryptonianos. Por tanto, superiores. Es necesario dirimir nuestras diferencias en solitario.

    Luthor se apresuró a dirigirse a Zod por el comunicador que llevaba:

- ¿Estás loco? Es una trampa. Quiere alejarte. Sabe que sin ti perderemos gran parte de nuestra fuerza y moral.


- Tú no lo entiendes. Ha demostrado estar a mi altura. Si no le mato ese hombre nos destruirá. Ahora lo comprendo. Tiene auténtica sangre de Krypton. Si queremos sobrevivir debemos acabar con su vida. Con Amazo, Siniestro, Circe, Black Adam y los demás seguís teniendo ventaja. Además yo volveré con su cabeza en mis manos.


- Zod, no se te ocurra desobedecer mis órdenes.


- Luthor, no olvides quien es el que realmente ha iniciado todo esto.

    Zod sostuvo el comunicador y lo aplastó. Superman y Zod se elevaron hasta desaparecer en el cielo. En ese instante los combates volvieron a reanudarse. De repente, Batman quedó congelado, su rostro cambió por completo. Oráculo se preocupó, algo sucedía. Acababa de ver al Joker. Bárbara intentó hacerle razonar:

- No se te ocurra… tenemos que ganar… que pensar en la victoria…


- Puedes hacerlo sola.


- ¿Estás loco? Tu papel es dirigir…


- Tengo que bajar, lo harás bien tú sola.


- ¿Es por el Joker, verdad? No ayudarás en nada a Tim…


- Tiene que pagar, me da igual que sea un demente o no. No volverá a asesinar.


- Batman…

- Bárbara sigue tú.

      De un salto desapareció en segundos. Bárbara lanzó una maldición pero ocupó el lugar del murciélago y siguió intentando nivelar las cosas. Batman avanzó entre los ejércitos a grandes saltos hasta que se situó frente al Joker. Acababa de hundir un cuchillo en el pecho de Onyx.11 Batman la reconoció, había sido colaboradora de Green Arrow. La superheroína intentó sacar la hoja de metal que la invadía sin conseguirlo. Con una mirada de horror moría en los brazos de Batman que no llegaba a tiempo de hacer nada salvo de compadecerla. Joker fijó sus ojos en él:

- Hey, murciélago… llegas tarde. me cansaba de esperarte. ¿No hueles la pólvora, el fuego, la sangre, la muerte…? Ja, ja, ja, ja. Si esta tiene que ser nuestra batalla final no podría escoger mejor escenario.

      Batman depositó a Onyx a sus pies. La miró y recordó la muerte de La Cazadora y el estado en el que encontró a Robin. Su razón se nubló por un momento y se abalanzó, sin planificación alguna, sobre el demente asesino. La flor de la solapa del Joker proyectó ácido tan rápidamente que apenas tuvo tiempo de cubrirse con su capa. Se desequilibró y una patada del Joker en el cuello le dejó sin aliento. Poseído por una fuerza descomunal Joker levantó una tubería destrozada y la descargó sobre la cabeza de Batman. Me está bien empleado, pensó Bruce, no puedo dejarme llevar por la rabia. Recuperó la concentración y con golpe de kárate consiguió que Joker soltara su arma. Pero el payaso del crimen sacó dos pistolas del cinto y descargó sendos balazos en el pecho del héroe. El kevlar resistió, pero Batman quedó casi sin sentido. Joker se tiró encima con toda su fuerza propinándole patadas y puñetazos incesantemente. Batman resistió la acometida y sacó de su cinturón un mini láser que atravesó la mano izquierda del Joker haciéndole soltar una de las pistolas, con la otra volvió a disparar y ésta vez la bala sí entró en el cuerpo de Batman alojándose en las costillas. El dolor fue terrible, casi no podía respirar. Pero, no le detuvo. Agarró la muñeca del Joker y de un giro partió su brazo izquierdo. Ambos parecían dos engendros del infierno, eran como fuerzas de la naturaleza enfrentadas y sangrantes. Ninguno daba tregua al otro. El Joker respiraba con dificultad, pero con una enorme sonrisa empezó a hablar:

- Debo decirte algo,… me encanta matar Robins, creo que ya llevo dos, ¿no? Además me los follo antes de asesinarlos.

    Batman se distrajo con estas palabras y lo pagó caro. El Joker le clavó una daga en la pierna derecha. El murciélago perdió pie. Su resistencia llegó al límite. No pudo seguir luchando. Recibió otra puñalada en el hombro. Sacó un batarang del cinturón y lo aferró con furia mientras caía de espaldas. Otro terrible puñetazo del Joker casi le quitó el sentido. Joker alzó el cuchillo. Batman lo vio, necesitaba tiempo, al menos un segundo, para detenerlo y no lo tenía.

- Es un gran final para tu carrera. Explícame cómo vas a salvarte ahora, hijo de puta. ¿No escuchas la sinfonía de tu muerte?

    Batman no tenía fuerzas para levantarse. Estaba al límite, cerró su mano derecha con fuerza con el batarang que escondió tras la espalda. Joker bajó el cuchillo. ¿Cómo pararlo? Haciendo un esfuerzo supremo el brazo izquierdo de Batman se levantó y se interpuso entre ambos. El cuchillo del Joker entró atravesándolo por completo. Batman soportando el dolor giró el brazo cuando notó que entraba la hoja y no dejó que lo sacara.

- Ups.


- Ríete ahora payaso.

    Alzó el brazo derecho con el batarang y se lo clavó en pleno cuello. El Joker gritó de dolor e intentó huir, pero no pudo, la pérdida de sangre fue tremenda y apenas dio dos pasos cayendo de bruces al suelo. Intentaba infructuosamente taponar la herida que manaba sangre abundante. Batman se levantó haciendo acopio de todas sus fuerzas y clavó su rodilla en la espalda del asesino. Joker aulló aún más de dolor. Le había partido la columna vertebral. El payaso intentaba con una mano parar la hemorragia y, con la otra, arrastrarse aunque no se movía un milímetro. Batman le miró. Qué fácil sería dejarle morir. Quedándome quieto salvaría vidas futuras y vengaría a Robin. Repítete que esto es lo que nos diferencia de ellos y la retahíla de justificaciones en las que ahora mismo no creo ni un ápice. Estos pensamientos le hicieron odiarse cuando ató los jirones de su capa al cuello del criminal sirviendo de venda improvisada. El villano se desmayó. Bruce se percató que, si el Joker sobrevivía, era posible que no volviese a caminar. No tuvo tiempo de celebrar la victoria. Una voz a su espalda le dejó helado:


- Batman. Segundo Round.

      El héroe se giró y vio a Deahstroke, Slade Wilson, frente a él. Ambos contendientes habían medido sus fuerzas no hace mucho con una igualdad extraordinaria.12 Herido como estaba no sería rival alguno para Slade. Bruce necesitaba algo para igualar el combate. Llevó las manos a su cinturón buscando un láser o una bomba de humo, Slade fue más rápido con la espada cortó el cinturón de Batman provocándole además una fea herida en el abdomen. Deahstroke le propinó una fortísima patada en el rostro que casi le hizo perder el conocimiento. El cuchillo del Joker seguía en su brazo, lo sostuvo y se lo arrancó con un dolor terrible. Intentó alzarlo, pero Wilson de un enorme salto se lo quitó de la mano, para, acto seguido, aplastarle el pecho contra el suelo. Después, sacó un arma blanca y decidió pasar a la historia como el hombre que acabó con la vida de Batman. Fue directo a la yugular del murciélago. Batman se movía con la velocidad de un caracol. Cerró los ojos esperando la cuchillada mortal.
    
      Ésta no se produjo, una flecha roja había atravesado la mano del mercenario. Era Arsenal que venía con Nigthwing. Ambos héroes se abalanzaron contra Slade apartándole varios metros. Batman sólo escuchó la voz de Dick que le dijo al pasar: Cambio de pareja, Bats. Es nuestro. Batman quiso seguirlos, pero no pudo levantarse y los perdió en el bullicio de la lucha en un segundo. Encendió el comunicador y le dijo a Bárbara:
    
- Manda alguien a recogerme, no puedo moverme.

    Miró a su alrededor la enorme batalla de superseres que inundaba el paisaje. Se sintió agotado. Todos sus esfuerzos, su eterna cruzada contra el mal no había servido para nada. Cuando se puso el manto del murciélago creyó que era posible cambiar el mundo, ayudar a la gente. Una sensación de derrota y amargura le invadió. Se sentía inútil e impotente. Aunque vencieran, ¿cuánto tiempo pasaría antes de que algo similar volviese a producirse? ¿Había errado en sus métodos? ¿Quizá debería replantearlos? Si hubiera matado a sus enemigos muchos de los presentes no estarían ¿Habría otros? El silencio fue la única respuesta a sus planteamientos.



Capítulo 7: Superman contra Zod.

    Superman aterrizó de un golpe seco en una zona deshabitaba a varios kilómetros de la batalla de superhéroes. La tierra tembló. A tres metros de él, Zod. Se miraron con odio. La fuerza de las miradas era tal que parecían ser capaces de atravesar piedra. Los puños de ambos estaban tensos y apretados. Eran seres de tamaño poder que, de proponérselo, podrían destruir el planeta.

- Ni la muerte puede con nosotros.- dijo Zod.

- Has causado mucho dolor. Es hora de que esta locura termine.

- Hijo de Jor- El. Todo ha cambiado, ¿verdad? Lo sabes. El tiempo ha sido modificado. Ahora somos hermanos de sangre. Los únicos representantes que quedan de una gran civilización. Hemos nacido superiores al resto. El poder que tenemos no puede ser enmascarado detrás de unas gafas. La humildad es debilidad. Tienes que comprender que debemos guiar a los demás. Tu padre, en Krypton, fue mi amigo, nunca debió ponerse en mi contra. Juntos hubiéramos dominado el planeta y, quien sabe, si impedido su destrucción. Ahora, tú, su hijo, tienes la oportunidad que él no aprovechó. Únete a mí y seremos imparables. Arrodíllate ante mí y júrame lealtad.


- Sabes la respuesta.

- Los terráqueos no son como nosotros. En la naturaleza domina siempre el más fuerte. La ley natural nos obliga a ser líderes.


- Nadie es superior por ser más fuerte. El ser humano dispone de la razón, es ella quien debe guiar sus destinos.


- Te han contaminado de ideas erróneas esos estúpidos que te recogieron. Te han hecho renegar de tu verdadero origen.


- Me enseñaron a respetar a los demás. Mucho más de lo que tú has aprendido hasta la fecha.


- Me alegro de haber matado al viejo. ¿Sabes cuáles fueron sus últimas palabras? Me dijo que me acordara de él el día en que tú me derrotaras. Jamás podrás hacerlo. Eres débil.

      La evidente provocación no despertó en Superman la más mínima ira. Sabía que tenía que controlar todas sus emociones si quería tener alguna posibilidad. No contestó y Zod volvió a intervenir:

Mi destino es gobernar. La Tierra estará a mis pies.


- Nada tiene sentido sin la libertad.


- La libertad es la excusa de los cobardes. La enarboláis como si tuviera la más mínima utilidad. Somos kryptonianos, superiores. Deben obedecernos.


- General, has causado un dolor terrible a las personas que más amo. Pero, quiero darte una última oportunidad. Ríndete y entrégate a la justicia. Serás juzgado por tus crímenes.


- No me lo puedo creer. No mereces el apellido que tienes. ¿Es que no ves que no hay vuelta atrás? No puedo, ni quiero, cambiar lo que soy.


- Nuestras acciones definen lo que somos. Todos podemos cambiar.

- ¿Serías capaz de perdonarme todo lo que he hecho?


- No… no puedo perdonarte. Has matado y hecho daño a quienes más aprecio, pero cuanto antes acabemos con esta violencia será mejor para todos. Ven conmigo, ríndete y devolvamos la paz a este planeta.


- ¿Paz? Se llevan matando desde que nacieron y se seguirán matando después. Eres un iluso. ¿Libertad? Sólo lleva a la desunión e infelicidad. Mi gobierno traerá orden y silencio. Mejoraré las condiciones de vida del planeta. Vivir es elegir. Yo elijo este destino.


- Sea. Dejemos ya entonces de hablar.

Interludio I:

    Lois Lane estaba en el quirófano. Se le iba a realizar una craneotomía osteoplástica. La parte ósea del cráneo que se le debía retirar podría volver a ser colocada sin necesidad de prótesis alguna, eso favorecería la recuperación. El equipo médico estaba listo y Pieter Antón Cross inició la operación. Situaron a Lois en posición de decúbito lateral, con la cabeza en posición rotada 45 grados sobre el soporte metálico de Mayfield; de tal manera que quedaba un poco elevada sobre el plano cardíaco. Rasuraron su cráneo y lo lavaron con una solución jabonosa yodada, previa protección de los globos oculares y de los conductos auditivos. Con una compresa estéril secaron la piel y volvieron a lavar. Por último, con una hoja de bisturí Cross marcó la incisión sobre la piel.

    Superman y Zod se analizaron con la visión de rayos equis. Buscaron puntos débiles, heridas a medio curar, alguna zona susceptible de recibir mayor daño. Nada. Ambos estaban al cien por cien de sus posibilidades. Los músculos de ambos se tensaban. Los pies se clavaron en el suelo varios centímetros, prestos a saltar. No dejaban de mirarse. Eran conscientes de que sólo uno de los dos acabaría en pie. Zod hizo el primer movimiento. Se proyectó a supervelocidad hacia Superman, pero los reflejos de éste funcionaron y esquivó la acometida. De nuevo, Zod se abalanzó hacia el héroe gritando atronadoramente. Esta vez impactó en su cuerpo, pero no pudo evitar que Superman también le golpeara. Los dos se enzarzaron en una lucha cuerpo a cuerpo de puro músculo en la que cada golpe podría desviar el curso de un río. Ambos utilizaban la supervelocidad. Zod empezó a moverse más rápido, pero Superman se conectó a la fuerza de la velocidad, como aprendió de su encuentro con Flash.13 Realmente Superman no dominaba la conexión a esa fuerza como lo hacía Flash y temía que de emplear más velocidad, iniciase un viaje temporal. Por tanto, mantenía prudentemente en límites que le permitiesen igualar a Zod. El malvado general utilizaba todos los conocimientos de artes marciales que disponía, pero el entrenamiento que el Hombre de Acero mantuvo con Batman 14 dio sus frutos y las fuerzas se igualaron de nuevo.

    Zod advirtió enseguida que no era el mismo contendiente con el que había luchado. No sólo era que parecía más hábil, más rápido, más fuerte, sino que la calma y la determinación que irradiaba denotaban un convencimiento absoluto en su victoria. El cerebro de Superman actuaba a una velocidad infinita. Había caído cualquier restricción que en el pasado se hubiera auto-impuesto. Quizá el haber sido criado por humanos y pensar como uno de ellos había ralentizado sus acciones. Ahora era como si un velo se hubiese descorrido para dejar paso a una luminosidad sin límite que analizaba todo detalle de alrededor. Sentía las gotas de sudor de Zod, la temperatura exacta del entorno, el grado de humedad de las escasas nubes del cielo, mientras analizaba los movimientos de Zod que cada vez, debido al cansancio, se hacían más predecibles. Aún así, Zod conseguía golpearle prácticamente las mismas veces que él.


Interludio II:

    Cross fijó con pinzas de campo y puntos de seda los campos operatorios alrededor del sitio de la incisión. Después, ordenó a sus ayudantes que lo cubrieran y protegieran con unas láminas de plástico estéril adherente. Más tarde infiltró en el tejido subcutáneo una solución de Xilocaina con Epinefrina al 1%. Sostuvo el bisturí número diez y comenzó la incisión en la piel y el tejido subcutáneo. El personal que le rodeaba controlaba el sangrado con pinzas Nelly. Levantó el colgajo de piel ayudado con la rugina y una compresa húmeda. Con la rugina también separó el periostio y el músculo temporal. Alejados del campo operatorio con suturas de tracción. Cross agarró la máquina trepanadora y la encendió aproximándola al cráneo de Lois.)


    Los dos kryptonianos se movían tan velozmente que sólo Flash en la tierra podría haber seguido esta batalla. La igualdad era tal que Zod percibía imposible romperla. Así que recurrió a intentar provocarle para que perdiera la concentración, cosa que en el anterior combate le dio resultado.

- Seguro que tu mujer sigue recordándome… Creo que disfrutó su encuentro conmigo…

    Pero, Superman no cayó en la ira… su tranquilidad era inhumana, incluso en el fragor del combate. Zod seguía intentándolo:

- Matar a tu padre y al feto de tu mujer no tuvo mérito… costó más el perro blanco. ¿También era de Krpyton? En cuanto acabe contigo arrasaré Metrópolis. No dejaré una piedra levantada de la ciudad.

    La única respuesta fue la visión calorífica que a plena potencia parecía incendiar el aire. Zod recibió el impacto y contraatacó con la suya propia, generándose entre ambos un foco de calor que se traducía en una columna de aire abrasador que provocaba un torbellino en el cielo. Superman hinchó los pulmones y sopló levantando un huracán de arena y polvo que bañó a Zod, que cerró los ojos cortando su rayo de calor. Sin un segundo que perder, el aliento gélido del héroe sometió a Zod a una temperatura bajo cero. La piel del villano, que segundos antes soportaba un calor extremo, pasaba a estar cubierta de hielo. La maniobra le sorprendió y cedió un paso atrás para intentar liberarse. Superman no se lo permitió, de un puñetazo casi le fracturó la nariz y con otro en el estómago hizo poner al general de rodillas. El calor y el frío extremo estaban afectando las condiciones atmosféricas y una fortísima lluvia hizo su aparición.


Interludio III:
    Cross proseguía la operación de Lois Lane. Acercó el perforador eléctrico al cráneo y practicó los agujeros de trepanación. El sangrado en los bordes del hueso se controlaba con cera blanda. Luego, utilizó la punta de un disector, a través de los agujeros de trepanación, para desprender la duramadre de la tabla interna del cráneo. Entre agujero y agujero pasó el conductor de Gigli sobre el que montó la sierra, seccionando el puente óseo entre los dos agujeros. A la par, un ayudante irrigaba suero frío, para evitar que la sierra se rompa por calentamiento. Una vez había completado el corte de los diferentes segmentos óseos, levantó el colgajo óseo utilizando dos elevadores, y cuidó no lesionar la duramadre y los vasos meníngeos adheridos a la tabla interna. Ordenó al personal médico que estaba su lado que pusieran sobre la parte ósea retirada en un recipiente con suero y la cubrieran con compresas húmedas.)


    Zod se levantó como si le impulsara un motor. Estaba perdiendo, debía recuperar ventaja. El héroe no se lo esperaba. La capacidad de recuperación de su enemigo era inmensa. Superman se vio proyectado hacia atrás y su cuerpo impactó brutalmente contra el suelo. Zod se le puso encima y descargó puñetazo tras puñetazo en su rostro. De nuevo, los ojos de Superman irradiaron la energía calorífica más poderosa que pudo y el general aulló de dolor apartándose varios metros. Pero, al instante, Zod proyectó su aliento gélido y su oponente quedó envuelto en una montaña helada. Superman se liberó enseguida. Con un movimiento de brazos el hielo se fragmentó y ambos contendientes quedaron de nuevo frente a frente.
  
    Los dos salieron volando en dirección al otro con los puños cerrados intentando un choque definitivo. El estruendo que se produjo cuando se golpearon pareció el de una bomba atómica. Ambos salieron rechazados originando, cada uno, un surco en la tierra de dos kilómetros hasta que se detuvieron. Se levantaron y volvieron a mirarse. Zod pensaba. Estamos demasiado igualados en este desierto, pero, sé cómo cobrar ventaja. Luchando en zonas habitadas. Ese es su talón de Aquiles: la preocupación por los demás. El general sopló al suelo y levantó un vendaval de arena y roca que envolvió al héroe. Ese segundo de distracción le bastó para elevarse a toda velocidad. Superman salió tras él y se conectó con dificultad a la Fuerza de la Velocidad. Le alcanzó en el aire y le golpeó. Ambos perdieron el control y se estrellaron en una zona habitada. Zod se puso en pie. Hincó los dedos de cada mano en el techo de dos coches y levantándolos, como si fuesen de plástico, los arrojó contra los aterrorizados transeúntes. El plan era diáfano. Cuando Superman se interpusiera entre los objetos y la gente, quedaría en una clara posición de desventaja. Sobre todo, porque estaría más preocupado por los habitantes de la zona que por él mismo.


Interludio IV:

    El personal controlaba el sangrado con cera sobre los bordes óseos y sobre las meninges. Cross prosiguió cubriendo los bordes de la craneotomía con cotonoides y colocando puntos de tracción en la duramadre. Prosiguió con la intervención con instrumental microquirúrgico, situándose unos anteojos de aumento para ver con precisión. Con bisturí 3, hoja 5, incidió la duramadre y con la tijera angulada de Taylor completó el corte. Apartó el colgajo de duramadre. Volvieron a controlar el sangrado con succión de las gotas de sangre y protegiendo la corteza cerebral con cotonoides húmedos. Cross empezó a estirpar el tumor que provocaba el coma de Lois.



    Los vehículos volaban hacia un nutrido grupo de personas que gritaban paralizados por el miedo. Superman sopesó todas las opciones. Si los interceptaba sería un blanco fácil para Zod. Pero, no podía dejar morir a aquellas personas. Voló en una décima de segundo situándose delante de la gente. Era lo que Zod esperaba, le vio vulnerable y, como un relámpago, fue presto a agredirle. Sin embargo, el héroe de Krypton, lejos de sujetarlos se proyectó contra ellos con una endiablada rapidez. Los coches se desviaron al recibir su impacto, pero el verdadero objetivo del héroe era Zod, que, sorprendido de la maniobra, se vio con los puños de Superman en su rostro. Superman no quería que utilizara como rehén a ninguno de los presentes, por ello decidió un cuerpo a cuerpo feroz que requiriera toda la atención de Zod.

    No podía demorar más su plan. La igualdad era manifiesta. En el fragor de la batalla, con un Zod incendiado de ira y el estruendo terrible de los puñetazos que se propinaban, Superman pulsó un botón en su cinturón. Conectó así una Madre Caja que generó un Boom Túnel que comunicó con la Fortaleza de la Soledad. Allí, Kelex, siguiendo las instrucciones de su amo, introducía en el Boom Túnel un artefacto metálico. Era como un balón de rugby algo más alargado, que emergió a doscientos metros sobre los dos kryptonianos. Zod se percató de la llegada del objeto, pero su atención no podía desviarse de Superman, que seguía atacándole incesantemente.


Interludio V:
    Una vez realizada la extracción del tumor. Cross inició el cierre por planos. Suturó la duramadre con seda atraumática. Fijó el colgajo óseo con material de sutura no absorbible, para lo cual perforó los bordes de la craneotomía y del colgajo con el perforador de still. Suturó los tejidos blandos por planos (músculo, aponeurosis, galea, piel) con material absorbible. Finalmente, sobre la herida limpia colocó gasitas furacinadas, apósitos y vendaje compresivo. He hecho todo lo que he podido, ahora depende de ella.- dijo el Doctor Medianoche

    El objeto que caía estaba a ciento cincuenta metros de los dos kryptonianos. Zod supo que era algo malo. Apartó a Superman como pudo y enfocó su visión de rayos equis sobre él. Estaba forrado de plomo. No veía en su interior. Decidió alejarlo de allí, inspiró y se preparó para soplar y enviarlo a otro continente, pero Superman le tapó la boca con las manos impidiéndoselo. En un instante, Superman le pegó en el cuello dejando a Zod sin aire. El general respondió con un ataque desesperado. Se echó encima del héroe y le empezó a estrangular. Miró hacia el objeto que ya estaba a cien metros y proyectó su visión de calor, Superman sopló con el aliento gélido a los ojos de Zod consiguiendo anular el efecto. Zod apretó la garganta del héroe, pero este se repuso y de un puñetazo en el rostro se lo quitó de encima. Superman se situó a la espalda de Zod y le hizo una presa estrangulándole el cuello. La mano izquierda  intentaba contener los esfuerzos del general por liberarse. Una vez lo tuvo inmovilizado tuvo que utilizar toda su fuerza para impedir su fuga. Entonces, definitivamente, tomó la decisión que cambiaría su vida:

- ¡¡General, es hora de terminar!!

      El objeto estaba encima de ellos. A unos cincuenta metros y cayendo. Zod se concentró e intentó soltarse por última vez. Superman sintió como se le fracturaba una costilla en el esfuerzo de contener a Zod. Era como evitar la rotación de un planeta. Si los dos hubiesen empujado en la misma dirección el eje de la Tierra se hubiese visto alterado. El objeto cayó al suelo a unos diez metros de ambos. Entonces, explotó.
    
      Una energía dorada con brillos verdes y rojos les inundó. Superman aflojó su presa y Zod se liberó con una terrible patada que fracturó una segunda costilla de Kal El. Ambos contendientes se vieron envueltos por una niebla ocre con tintes rojizos y verduzcos. Hubo unos segundos de tranquilidad. Pronto uno de ellos, Zod habló:

- ¿Qué es esto? ¿Kryptonita…?, pero en pequeña cantidad… este polvo me debilita… ¿qué has hecho?


- Has perdido.

    La voz de Superman sonó firme. El héroe se puso en pie diciendo:

- No quiero tu muerte, quiero que no puedas hacer daño a nadie nunca más. Este polvo es una mezcla de kryptonita verde y energía concentrada de sol rojo. Ha formado algo que he llamado kryptonita dorada. No mata pero destruye los poderes.


- Pero tú también… los perderás.


- Era la única forma de detenerte, de controlarte. No podía arriesgarme a que sospecharas algo y huyeras a supervelocidad o mataras en el enfrentamiento a uno de mis amigos. Sólo yo podía contenerte aquí. Ahora sólo estamos tú y yo. Sin  superpoderes. Sólo dos hombres. Frente a frente.


- Hijo de puta. Me has… mutilado, castrado... Hubiese preferido la muerte.


- Te he dado la humanidad de la que tanto renegabas.


- Te mataré… Estás más herido que yo. He oído crujir tus costillas. No vas a poder vencerme. ¡Aaarghhh!

      Zod se abalanzó sobre Superman y le golpeó en el rostro. La mano le dolió, se la miró extrañado. Parecía que se movía a cámara lenta, sus ojos no podían ver a kilómetros, no escuchaba más que los jadeos de su contrincante. De nuevo, arremetió contra él consiguiendo tirarle al suelo. Una vez cayó el héroe, Zod la emprendió a patadas con él. En los impactos consiguió partirle el labio y generarle varias heridas. Superman rodó por el suelo alejándose de Zod, sostuvo su pierna en la última patada y la echó para atrás haciendo que Zod cayese. Superman se puso como pudo en pie. Zod le gritó:
    
- Pudimos gobernar la Tierra. Nuestro poder eclipsaba al de los dioses. Nos lo has arrebatado. Te has mutilado a ti mismo. Jamás volverás a ser Superman.


- Sigues en el error. Los poderes no significan nada. Ser Superman no es poder mover montañas, ni volar… Se trata de lo que haces… de tus acciones. Eso es lo que me hace ser Superman: la ayuda que entrego a los demás. Mis poderes nunca fueron míos, los otorgué a quien los necesitó.


- Eres un iluso. Voy a matarte.


- Quizá, pero no te será fácil.

    Ignorando el dolor, Superman esquivó el puñetazo de Zod y con su brazo izquierdo impactó en la nariz de su enemigo fracturándosela. Zod se llevó las manos al rostro y Superman volvió al ataque con golpes cada vez más duros. Por primera vez, el general sintió que iba a perder. Intentó responder y esperaba que un último puñetazo le permitiera cobrar ventaja. No fue así. La sed de justicia de Superman era lo que le hacía ganar. De repente, el último golpe de Superman lo dio con todas sus fuerzas, si Zod lo hubiera soportado Kal El hubiera caído muerto de cansancio. Pero Zod no pudo más, lo encajó sintiendo como se le partía la mandíbula y caía al suelo sin poder moverse. Superman quedó en pie agotado mirando a su enemigo tumbado. Entonces volvió a pulsar la Madre Caja y un Boom Túnel apareció ante él.


Capítulo 8: El Fin de un Imperio.

    Nada más aparecer en Washington, Superman comunicó con Oráculo. Blue Beetle recibió indicaciones de abandonar la batalla y traer su nave. Así el bicho azulado recogió a Superman y a un Zod inconsciente. La nave se elevó, conectó todos sus altavoces para que las palabras de Superman se pudiesen escuchar sobre el campo de batalla. Una portezuela se abrió y una plataforma situó a Superman en el espacio mientras mantenía agarrado a Zod, que seguía sin sentido. Su voz sonó poderosa en los micrófonos:

- ¡¡Zod ha caído!! Las posibilidades que teníais de victoria se han desvanecido. Rendíos y la justicia será indulgente, persistid y será peor. ¡¡Hemos ganado!!

     Al ver aparecer a Superman y no a Zod las tropas superheroicas redoblaron los esfuerzos. Los villanos sintieron, por primera vez, la derrota y muchos se rendían. Otros desorientados por las palabras de Superman no eran capaces de mantener la intensidad del combate y eran derrotados. Así, Robotman, Starfire y Metamorfo barrían de un plumazo a Mallah, Plasmus y Psimon, respectivamente. Ciborg detenía a Cerebro y a Gizmo. Changeling derribaba a Houngan. Raven a Fobia y a Mamut. Shimmer se rendía al ver a su hermano caer. Warp y Luz fueron alcanzados por dos rayos de Starfire y Ciborg cuando pretendían escapar en uno de los portales de teleportación del primero.

    El Hombre Elástico y Plastic Man habían derrotado al Hombre Tatuado y ayudaban a Guy Gardner a la difícil tarea de contener al Doctor Polaris. Polaris aplastó a Gardner entre dos coches y utilizó su poder para dañar a través del hierro de la sangre a Plastic Man, pero el Hombre Elástico pudo envolverle y convirtiéndose casi en líquido se introdujo por la boca y la nariz del malvado para asfixiarle. Polaris no perdió la concentración y se concentró en él intentando repetir la jugada que hizo con Plastic Man, pero Ralph a pesar del dolor llevó sus poderes al límite convirtiéndose en prácticamente líquido y entrando en el cuerpo del villano. Una vez allí solidificó los brazos provocando una agonía inmensa a Polaris. En un último esfuerzo el todopoderoso villano logró expulsarle extrayendo el hierro de su sangre, pero quedó sin sentido. El Hombre Elástico también caía sangrante y agotado. Murió al llegar al suelo pensando en que volvería a ver a su amada Sue.

    Los dos Green Lanterns, Alan Scott y Kyle Rayner, unían esfuerzos contra Siniestro. El antiguo Lantern soportaba las fuerzas de los dos héroes. Pero era consciente de que se estaba quedando solo. Esta no es mi lucha. Nos veremos en el futuro, cuando yo planifique mi propio escenario. Y creó un portal en el espacio para desaparecer. Alan estuvo presto y taponó esa entrada, Siniestro se estrelló contra un muro, cosa que aprovechó Kyle para derribarle con un rayo en el cerebro. Siniestro, cayó a tierra. El villano se puso en pie, pero Scott le descargó toda su energía en pleno rostro logrando que perdiera el sentido. Scott gritó a Kyle: ayudemos a los demás.
  
    Y así lo hicieron ayudando a Superboy, Superwoman, Tornado Rojo, Rayo, Bomba Humana y Tío Sam en la brutal pelea que mantenían contra Shaggy Man.  Tornado tenía un brazo arrancado y todos los héroes sangraban. Superboy pidió a los Lanterns que le sujetaran. Tanto Kyle como Alan generaron cadenas que envolvieron al monstruo. Superboy tomó carrerilla y se propulsó hacia la cara del enemigo, estrellándose contra sus ojos y dejándole parcialmente ciego. La Bomba Humana volvió a llenarle de explosiones, Rayo llevó al límite su energía y los dos lanterns redoblaron sus rayos, hasta que tras diez minutos cesó toda resistencia del brutal oponente.

    La Chica Fantasma y el Cóndor Negro yacían muertos, pero el Hombre Muñeco y Hawkgirl sometían a Chesire y al Caballero Fantasma. Bane también era derrotado con dos flechas insertas en sus ojos. Enseguida, Green Arrow corría a ayudar a Dinah. No sólo había derrotado a Shiva con su grito ultrasónico, sino que Canario Negro, estaba manteniendo un combate cuerpo a cuerpo contra el mismo Prometeo. El malvado había ido derrotando a Richard Dragón, Tigre de Bronce y Katana. La igualdad se rompió cuando Superwoman y Superboy sostuvieron al villano y le aplastaron contra un muro.

    Los héroes se imponían a sus rivales. Wildcat, Gangbuster Y Judo Master Derrotaban a Araña Negra, Murmullo, Zasz y Onomatopeya. Átomo triunfaba sobre el Conde Vértigo, Atom Smasher sobre Clayface. Metallo era desmantelado por Steel, que luego ayudaba a Booster Gold a vencer al Espantapájaros, Trickster y Cronos; Mr Terrific, Hourman y el Guardián ya habían vencido a Cicada y a la Llave. Power Girl tumbaba a Solomon Grundy y ayudaba a Animal Man a imponerse a Cheetah. Chemo doblaba la rodilla frente a Firestorm y los Metal Men. El Detective Marciano hubo de utilizar toda su energía mental contra Grodd y Hammond. Aunque logró desconectar los cerebros de los villanos fue a costa del suyo propio. La mente de J’Onzz se apagó cayendo como un pájaro herido.

    Flash, Wally West, se conectó a la fuerza de la velocidad. En un instante había superado la paralización por el frío a la que le sometían sus enemigos. Sin vacilación, golpeó una y otra vez a Frío. No volverás a matar, pensaba. Entre dos puñetazos liberó a Jay Garrick y, éste a Impulso. Juntos, derrotaron a Killer Frost y Mr. Frío. Una vez bajó la temperatura, Impulso y Garrick se impusieron con facilidad al Capitán Bumerán y el Amo de los Espejos. Wally retornó a machacar a Frío. Sólo paró cuando el cuerpo del villano cayó inerte. Todos aplicaron calor al bloque que cubría a Jesse, sacándola de allí con vida.

    La lucha entre los magos también iba finalizando. Manitú Raven estaba convertido en un árbol, Jakeem lloraba la pérdida de su Thunderbolt, Ragman parecía muerto. Zatanna y Fate habían derrotado a Abra Kadabra, Felix Faust, Doctor Destino y Johnny Sorrow. Sólo quedaba Circe en pie. El Fantasma Desconocido empezaba a doblegarla. Cuando Zatanna y Fate se incorporaron la hechicera supo que iba a perder. No pudo hacer más que sentir como sus manos ardían. Dio un espeluznante grito de dolor al ver brotar llamas de ellas. El Fantasma Desconocido y Fate redoblaron sus esfuerzos. Cuando Zatanna pronunció ETAMEUQ, la villana llevó sus manos a su rostro y en un aullido inhumano éste quedó deforme por las llamas. Su resistencia cesó y Circe cayó inconsciente.

    Mary Marvel y el Capitán Marvel Jr se habían impuesto al Mago del Tiempo y al Capitán Nazi. El Capitán Marvel y Black Adam seguían en una pugna sin que ninguno cediera un milímetro. Billy decidió jugarse el todo por el todo, agarró fuertemente a su enemigo y sus labios gritaron Shazam. El relámpago descendió, pero a la velocidad de Mercurio, Billy se apartó y el rayo impactó en Adam dejándole sin poderes. Antes de poder recuperarse, Billy le tenía sujeto con la mano en la boca y apretando con fuerza para demostrarle que podría partirle el cuello en cualquier momento. Sin embargo, algo había pasado. Adam ya no estaba dominado por Psycho. Psycho estaba conectado con Black Adam y la transformación había causado un gran dolor en el pequeño enemigo. Marvel soltó a Adam y éste volvió a decir Shazam convirtiéndose en Black Adam. Sin mediar palabra agarró a Psycho de una pierna y lo estrelló contra el suelo. El siguiente paso fue dirigirse a él para matarlo, pero Billy se interpuso diciéndole: No lo estropees. Hoy no eres tú el malo. Adam se calmó y juntos volaron a terminar la guerra.

    Nigthwing y Arsenal luchaban contra Deahstroke al límite de sus fuerzas. Todo lo que habían aprendido de sus antiguos mentores, Batman y Green Arrow, era puesto en práctica para sobrevivir al combate. Deahstroke parecía saber anular todos los ataques de los jóvenes titanes y ya había herido en el rostro y brazos a los héroes. Parecía invencible. Nightwing intentó un movimiento de una oscura arte marcial que Batman le había enseñado (sorprenderás a tus enemigos, este golpe lo conocen apenas cuatro personas en el mundo). Sin embargo, aunque Wilson no lo conocía, sus reflejos sobrehumanos captaron a la perfección las intenciones del héroe y supo que, de ser alcanzado, quedaría derrotado. Así que, su única solución fue la de alzar la espada y atravesar con ella al héroe. Nightwing lo esperaba y, en el último momento, con una acrobacia inhumana, modificó su trayectoria saltando por encima de su enemigo. Wilson quedó un segundo desprotegido y Arsenal no dudó. Cinco flechas se clavaron en el pecho del mercenario. Nigthwing descendió sobre el rostro de Wilson con ambas piernas consiguiendo que el mercenario besara el asfalto. Con un último esfuerzo, Wilson sacó de su cinto una bomba oculta y les gritó:

- Iremos juntos al infierno.


- Espéranos allí.- dijo Nightwing.

    Los dos héroes agarraron el brazo de Slade y se lo retorcieron haciendo que soltara la bomba. La explosión les alcanzó cuando los tres intentaban alejarse. Fueron  proyectados a direcciones distintas. Arsenal fue el menos afectado. Rodó cinco o seis metros quedando conmocionado. Wilson recibió la mayor parte de la explosión, fue lanzado a casi treinta metros y su espalda mostraba una enorme quemadura. Nightwing también voló por los aires gran distancia yendo a caer en el lago que flanqueaba el Monumento a Washington. Arsenal lo apreció, pero pasaron algunos minutos antes de que pudiera levantarse. Cuando lo logró pasó al lado de Deahtstroke observando que aún respiraba. Se preocupó porque no veía a Dick salir del lago y se apresuró todo lo que pudo hasta llegar a él. Se sumergió buscándole infructuosamente. Minutos después, Batman, ayudado por Metamorfo, que le hacía de silla de ruedas viviente, llegaría hasta aquel punto encontrando a Roy Harper, totalmente desfallecido por el esfuerzo, murmurando:

- No le encuentro… no le encuentro…

    La batalla aérea entre Iron y Rockets Reds basculaba a favor de los primeros. Sin embargo, sin previo aviso todos los robots quedaron congelados y empezaron a precipitarse al vacío. Alan Scott miró a Jay Garrick, hubo entre ambos un guiño de complicidad, porque esto quería decir que Carter había triunfado.15 Los pocos Rockets Reds que quedaban en pie dieron vítores de alegría. Solamente quedaba Amazo luchando. Todos los héroes se amontonaban sobre él, intentando detenerle. Mary Marvel, Capitán Marvel Jr., Black Adam, Capitán Marvel, Orion, Lightray, Krakoom, Lobo, Mr. Miracle, Zauriel, Doctor Fate, Firestorm, etc, etc. Amazo se volvía más poderoso a cada momento. Batman se percató de que la fuerza bruta no bastaría y llamó al Capitán Marvel:

- Entra junto a Black Adam en el Capitolio y localiza a Ivo. Es el único que puede detener a su creación.

    Marvel y Black Adam irrumpieron en las diferentes estancias del capitolio hasta que localizaron a Ivo. De un plumazo barrieron la resistencia que encontraron y agarrándole le llevaron a presencia de Batman.

- Páralo o serás la siguiente víctima.


- No hay forma de hacerlo hasta que no estéis todos muertos…


- Ivo, ¿crees que estoy bromeando? Detenlo ahora o te torturaré tan lentamente que desearás la muerte con todas tus fuerzas.

    Ivo miró los ojos de Batman. Sabía que no bromeaba. Avanzó hacia donde estaba el robot, todos los héroes se alejaron. Amazo le miró y se acercó a él:

- Padre, estoy realizando tu obra. Pronto todos los héroes del planeta estarán muertos.


- Hijo mío. Estoy orgulloso. Pero, ¿no te das cuenta? Ya los has matado a todos.


- Pero, padre… mis sentidos me indican…


- Escucha: protocolo Apocalipsis.

    En el momento en que las palabras clave de Ivo llegaron a su cerebro informático el androide contempló su alrededor y sólo vio enemigos muertos. Toda la Liga de la Justicia y los héroes que les acompañaban yacían esparcidos por el suelo con los miembros amputados y con heridas inmensas.

- Es cierto, padre, ¿cómo no me di cuenta?


- Es hora de descansar.


- Bien, dormiré hasta que tú me necesites de nuevo.

    Amazo se sentó y sus funciones se desconectaron. Un grito de júbilo recorrió las fuerzas de los héroes. Batman miró al cielo y vio como la nave de Blue Beetle descendía con Superman sobre ella.


Capítulo 9: El Destino de Luthor.

      Luthor se sentó en un sillón del despacho. A su alrededor Angle, Laverne, Sivana, el Juguetero y T. O. Morrow comentaban el rapto de Ivo y miraban a Luthor esperando una palabra, una salida, un último truco que sacar de la manga. Luthor les miró y dijo:

- Ya sé lo que sintió Napoleón en Waterloo.


- Señor Presidente… Luthor ¿qué podemos hacer?- dijo Angle.


- Mantener la cabeza alta, señor Angle, muy alta.

      Luthor fue a la biblioteca y extrajo El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco. Abrió el libro y fue a su última página allí leyó un par de frases: ¿Est ubi gloria nunc Babilonia? (¿Dónde está ahora la gloria de Babilonia?) ¿Dónde están las nieves de antaño? Después se detuvo en su última frase: Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus (De la primitiva rosa sólo tenemos el nombre, sólo conservamos nombres desnudos). Cerró el libro y se dirigió a su auditorio.
    
- Esta última frase es de Bernardo de Morlaix, un benedictino del siglo XII, en su libro De contemptu mundi (del desprecio del mundo), Eco la utiliza para rubricar su obra. Realmente es una reflexión sobre el paso del tiempo. Al final, todo desaparece y solamente nos queda el nombre de las cosas, es decir, el recuerdo. Igual que de mi Imperio.
    
      En ese instante las puertas de su despacho estallaron envueltas en una energía verde. El grueso de los superhéroes y multitud de militares irrumpieron con violencia.  Superman encabezaba el grupo. Todos los presentes, excepto Luthor, eran detenidos por los militares. Luthor sonreía. Miró a Superman sangrante, con el traje roto y una mano en las costillas. Ha vencido a Zod, pero a un precio terrible, pensó. Se acercó a Superman y le miró a los ojos.

- Hola Superman. Esta vez estuve a punto, ¿verdad?


- Podrías haber sido el mejor presidente de este país, pero siempre antepones tu ambición personal a lo demás.


- ¿Y Zod?


- Ha dejado de ser una amenaza.


- Bueno, es hora de decir la verdad. Gracias a Dios que habéis triunfado. Todo esto fue un plan que Zod había orquestado. Controló mi voluntad así como la de los senadores a través de Psimon, Cerebro, Doctor Psycho y Héctor Hammond.  Me obligaron a actuar de esta manera. Menos mal que me habéis liberado. ¡¡Habéis restituido al legítimo presidente y salvado la democracia de este país!!


- No cuela, Luthor.


- Es la verdad. Además, eso lo decidirán los tribunales.


- Los tribunales de otro planeta…


- ¿Qué quieres decir?


    Entraron un grupo de thanagarianos con arneses para sujetar a un prisionero.

- ¿Qué es esto?


- Has cabreado a demasiada gente esta vez, Luthor.


- No, no podéis dejar que se me lleven… no podéis permitirlo.


- Lo siento, Luthor, hicimos un trato nos obligaste a ello.


- Sois héroes, Superman, por el amor de Dios.

    Los thaganarianos le sujetaron y le colocaron en el arnés. Luthor hizo un esfuerzo sobrehumano liberándose y se abalanzó sobre Superman, le agarró y le dijo al oído:

- Volveré y cuando lo haga Zod te parecerá un insecto comparado conmigo.

    Superman a pesar de sus heridas y del dolor le propinó un puñetazo que devolvió a Luthor a los brazos de sus carceleros que aprovecharon para ponerle los grilletes. Superman habló con firmeza:

- Te equivocas como siempre. Si consigues regresar, me encontrarás esperándote para derrotarte de nuevo.

    Salieron al exterior y contemplaron como la extensión del Nacional Mall de Washington estaba muy dañada por la batalla. La nave de los thanagarianos acababa de llegar desde Modora. De ella habían descendido Artemisa, Hakwman y Aquaman que fueron recibidos con aclamaciones. No en vano venían de triunfar en aquel país europeo derrotando al ejército Iron.16 Los thanagarianos introdujeron a Luthor en la nave y despegaron perdiéndose en el firmamento. Todos quedaron un segundo con la vista suspendida en el aire. Superman pensó: Ahora sí que hemos ganado.


Capítulo 10: Secuelas.

    El mundo se había librado de la opresión de Luthor. Superman se preguntaba si había hecho bien al ver como muchos de los antiguos dictadores eliminados por Luthor regresaban sus respectivos países. Resultaba francamente divertido ver como desde Cuba a Irak dedicaban homenajes al Hombre de acero. También se detuvo a los millonarios como Stagg, Jurgens o Maxwell Lord que habían financiado el proyecto Iron. Aunque la falta de pruebas les puso en libertad. Maxwell Lord siguió de momento hasta las nuevas elecciones como director de la agencia Jaque Mate. El Congreso de los EE. UU. rebatió las votaciones de Luthor. Telépatas como Hammond o Psycho confesaron haber interferido en las votaciones de algunos políticos. La presidencia de los EE. UU. a propuesta de Superman y hasta la convocatoria de elecciones la ostentaría interinamente un veterano de la segunda Guerra Mundial al que se daba por muerto: Frank Rock. Este situaba a otro laureado militar, Steve Trevor, como vicepresidente. Se realizó un homenaje a los héroes caídos. Se honró a Will Magnus, Capitán Átomo, Cazadora, Big Barda, Cóndor Negro, Onyx, Chica Fantasma, Manitú Raven, Thunderbolt, Ragman, el Hombre Elástico y Nightwing, del que no se encontró el cadáver. Superman solicitó que en una pequeña tumba también se mencionara a Krypto. Las visitas a los centros médicos era frecuentes, había muchos heridos. Entre ellos, el Detective Marciano o Robin, Tim Drake, no se recuperaban del coma. Los monumentos destruidos como la Estatua de la Libertad volvían a levantarse. Y se estudiaban proyectos para volver a alzar las Torres Gemelas o reconstruir la Atalaya de la Liga en la Luna. Ambos sin concreción inmediata.

    En el hospital donde reposaba Lois, Clark Kent hablaba con Martha Kent en la puerta de su habitación. Lois se recuperaba y había recobrado la conciencia. Era un milagro, por primera vez en muchos meses Ellionore, su madre, se fue a dormir tranquila. Clark hablaba:

- He perdido mis poderes, mamá. Es el momento de decírselo y empezar a vivir una vida alejado de todo esto. Sólo ella y yo.


- Clark, Lois ha sufrido mucho. No la presiones, ahora…


- Mamá, sé lo que tengo que hacer.

      Clark besó en la mejilla a Martha y entró en la habitación.

- Lois, cariño. ¿Puedes hablar?


- Sí, me siento como si… una manada de búfalos… hubiese pasado por encima de mi cabeza. ¿Y Zod?


- No hará ya daño a nadie.


- Él… me…


- No hables, todo ha pasado. Todo volverá a ser como antes.


- No, y lo sabes…


- Lois… tengo que decirte una cosa…


- Necesito… Lo he meditado… necesito estar lejos de ti… Todo esto…Tu mundo es peligroso. No podemos tener una familia… nuestros hijos siempre estarán en peligro… Debo pensar… quiero estar sola un tiempo.


- Lois, no puedo vivir sin ti. Escucha lo que tengo que decirte… mi mundo va a cambiar… yo…


- No digas nada. No quiero oírlo. Te quiero con locura. Eres lo más maravilloso que me ha pasado en la vida. Pero, ahora, Clark, tengo que estar sola.


- Pero…


- Necesito tiempo. Olvido. Si superamos esto será lo más grande que hayamos hecho nunca, pero tengo que hacerlo sola. No puedes ayudarme. He perdido a un niño, he sido violada. Y todo esto se originó en tu mundo. Un mundo que creí entender pero que me viene muy grande. Un mundo de dioses cuyos actos deciden el destino de las personas. No puedo estar cerca de ti ahora… A lo mejor soy injusta, pero necesito tiempo…


- Lois no lo entiendes…


- Déjalo Clark…

      Clark tenía los ojos inundados de lágrimas, Lois también. Fue a abrazarla y esta hizo un ademán de rechazo. El dolor era terrible.

- Te quiero Lois. Sé que volveremos a estar juntos. Lo sé porque no hay un amor más puro y más fuerte en esta vida que el nuestro. Tengo fe en ti y en nosotros. Volveremos a volar juntos.


- Ojalá tengas razón… siempre la tienes.

      Clark salía de la habitación con los ojos llenos de lágrimas. Martha le abrazó y entró en la habitación. Perry y Jimmy acababan de llegar y se hicieron cargo de la situación. Clark sonrió y les habló:

- Lois va a irse unos días con su madre. Y yo también voy a alejarme un tiempo.

- ¿Qué quiere decir señor Kent?- dijo Jimmy.

- Estaremos un tiempo sin vernos, han pasado muchas cosas y ambos necesitamos soledad.


- ¿Eso quiere decir que deja el Planet?


- Jimmy no seas tan cotilla- dijo Perry. Déjanos un momento a solas.

      Jimmy dio la mano a Clark y se alejó al fondo del pasillo.

- Clark, has hecho un gran trabajo.


- Gracias, Perry.


- Quizá debas tomarte unos días de descanso y desde los sitios en los que estés mandarnos alguna crónica de lo que suceda por ahí. Cuando te sientas preparado de nuevo el Planet te estará esperando.


- Muchas gracias.


- No gracias a ti. Por lo que siempre haces por todos…


- Perry yo… ¿cómo lo has sabido?


- Saber, ¿el qué? Soy periodista, si supiera algún secreto importante para la opinión pública mi deber me obligaría a publicarlo. Así que no sé nada…


- Gracias Perry, de verdad. Os echaré de menos.


- Nosotros a ti también. Vuelve pronto.



Capítulo 11: La Condena.

      Zod recuperó la conciencia. El cuerpo le dolía horrores. Había sido curado, pero las vendas y yesos le molestaban. Se levantó. Estaba en una celda de cristal. Miró a su alrededor, el panorama le recordaba a Krypton. Cristales blancos que se alzaban entre el hielo conformando una Fortaleza. Apoyó las manos en el cristal e hizo fuerza para intentar romperlo. No lo consiguió. Había perdido definitivamente sus poderes. Un Boom Túnel se abrió ante él fuera de la celda del que emergió Superman. Zod hablaba con dificultad, la mandíbula estaba en su sitio pero seguía fracturada:
    
- Kal-El. Ganaste. Y ahora, ¿qué vas a hacer conmigo? ¿Vas a matarme otra vez?


- Superman no mata. Sólo hay una forma de que no vuelvas a hacer daño a nadie.


- ¿Sin matarme? No estarás pensando en…

    Superman se dio la vuelta y cogió uno de los cristales del panel de control, ante la desencajada cara de Zod.

- No lo hagas. Prefiero la muerte.


- Lo siento, no se me ocurre otra salida.


- Únete a mí. Aún estamos a tiempo. Recuperaremos nuestros poderes. El mundo estará a nuestros pies.


- No eres capaz de entender nada, General. – dijo introduciendo el cristal en una de las ranuras preparadas para ello. Zod entendió que había conectado el acceso a la Zona Fantasma.

- Escúchame Kal- El. Mátame ahora o te arrepentirás. Escaparé de ese lugar como ya hice una vez y mataré todo aquello que ames. No me encierres allí… Te lo suplico.

    Superman cerró los ojos y conectó el botón. Una luz fantasmal envolvió a Zod arrastrándole hacia un cristal que había aparecido gélido y flotante.

- Kal El, morirás a mis manos. Te lo juro, aunque me cueste una eternidad volveré y te veré postrado a mis pies sabiendo que todo lo que amas en este mundo será mío.


- Zod, padecerás una eternidad de soledad. Te será negada la felicidad por tus acciones. Jamás volveremos a vernos.


- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo………………………………………………

  Superman vio como Zod quedaba encerrado en un cristal que desaparecía rumbo a la Zona Fantasma. Una prisión creada por su propio padre de la que no escaparía jamás. Introdujo el cristal en un tubo y este se selló. El cristal descendió a kilómetros bajo tierra y sólo con sus huellas dactilares podría volver a reclamarlo. Después, se dirigió a Kelex.

- Kelex. Cuida de esta Fortaleza. Conecta las alarmas y no dejes que nadie la mancille. Si advirtieras alguna presencia no dudes en llamar a la Liga.


- ¿Se va?


- Sí, voy a emprender un viaje.


- ¿Tardará mucho en volver?


- No lo sé, viejo amigo. Todo viaje tiene un final, pero este acaba de empezar.


- Le echaré de menos, señor.

- Yo también a ti. Por cierto, Kelex, esta Madre Caja que tan útil me ha sido quedará aquí en la Fortaleza. Orión o Lightray vendrán a por ella. Déjales entrar y sé un buen anfitrión.


Epílogo: La Despedida.

      Una semana después. La tumba de Jonathan Kent estaba llena de flores. Había sido una persona muy querida en el pueblo. Siempre dispuesto a echar una mano a quien lo necesitara. En épocas de malas cosechas o de poca venta ganadera Jonathan siempre cedió parte de sus beneficios a fondos de ayuda para granjeros. Luchó por crear cooperativas del campo y se enfrentó a magnates que querían hacer desaparecer las explotaciones agrícolas y ganaderas en la región. Clark Kent estaba frente a su lápida. Llevaba sus características gafas e iba vestido con unos vaqueros azules y una camisa blanca. Sostenía una mochila de viaje. La tarde iba muriendo, el sol casi había desaparecido. Poco a poco se levantaba viento y el frío aumentaba. Era una sensación extraña. No recordaba haber sentido frío desde aquello de la Noche Final. Martha acababa de soltarle la mano y se encaminaba a la camioneta. Clark quería quedarse un rato a solas. No había nadie ya en el cementerio. Además, había quedado con un amigo allí. Cerró los ojos y se imagino a su padre sonriente y fuerte cortando madera en invierno para la chimenea. Clark susurró: te voy a echar de menos, papá.
    
      Su amigo se retrasaba. No era habitual que Batman llegase tarde. De repente, un BMW Z4 negro irrumpió en el cementerio. Se detuvo al lado de la camioneta de los Kent. Se abrió la puerta y descendió Bruce Wayne, también llevaba ropa informal, una camiseta y pantalón vaquero negros. Aunque podían apreciarse diferentes vendajes y se movía con dificultad señal de que aún tenía secuelas de las heridas sufridas en la pasada batalla. Se detuvo al lado de Martha y la abrazó. Tras unas breves palabras de consuelo, Martha le besó en la frente, montó en la camioneta y partió hacia la granja. Bruce se acercó a Clark. Al llegar a su altura le tendió la mano. Clark la estrechó con firmeza. Bruce habló:

- Si ella tuviera algún problema económico…


- Gracias, creo que saldremos adelante.


- No dudéis en decirme algo si…


- Gracias, Bruce.


- ¿Cómo te encuentras? ¿Cuándo vamos a empezar a analizarte para ver si podemos hacer que recuperes los poderes?


- No te voy a engañar. Me siento ciego, mudo, sordo, paralítico… Me costará acostumbrarme… Pero, ahora quiero…, por primera vez en mi vida, ser normal. No quiero recuperar nada.


- Eres Superman. No puedes huir de ello.


- Quizá cuando pase un tiempo te llamaré para que intentemos corregir los efectos de esa kryptonita, pero ahora quiero alejarme de todo… Deseo sentirme una sencilla persona más. Con las responsabilidades de cualquier ser humano.

- ¿Y Metrópolis? ¿Crees que en el mundo no sucederá algo que requiera la presencia de Superman?


- Le he pedido a Superboy, Superwoman y Power Girl que me suplan. Ellos podrán solucionar lo que surja.


- ¿Qué tienes pensado hacer?


- Viajar. Otra vez. Cuando dejé Smallville fui a diferentes lugares del mundo. Resultó una buena escuela. Me apetece mezclarme con seres anónimos y ser uno de ellos.


- ¿Y Lois?


- Se recuperará. Necesita tiempo. Todo esto nos ha roto por dentro.


- Lo siento.


- No sientas nada. Nuestro amor es lo mejor que nos ha pasado a ambos. Sé que puede resistir cualquier separación, cualquier prueba que debamos afrontar. Es cuestión de tiempo que todo retorne a ser como antes.


- Ojalá.


- ¿Cómo están J’Onzz y Tim? ¿Sabes algo de Dick?


- J’Onzz y Tim siguen en coma. Dick no ha aparecido.


- Ten esperanza… J’Onzz ha salido de otras peores, Tim es fuerte y Dick estará bien. Pronto estarán al lado de su maestro balanceándose entre los edificios…


- Siempre tienes fe.


- ¿Qué otra cosa puede tener un hombre que lo ha perdido todo?


- Bueno, debo volver a Gotham. Estaremos en contacto. Si necesitas cualquier cosa no dudes en acudir a mí.


- Necesito algo. La labor de Superman continúa siendo necesaria, aunque yo no esté. El mundo necesita ayuda. He creado una Fundación. He pedido a todos los gobiernos del mundo que colaboren con lo que puedan. Han sido generosos, he recibido una cantidad ingente de fondos. Lleva la Ese roja y amarilla como símbolo. Quiero que la gestiones a través de Industrias Wayne o que elijas a un buen gestor que la lleve. La Fundación servirá para realizar donaciones a proyectos concretos en diferentes lugares del mundo: creación de escuelas, hospitales, de establecimiento de riego, de industrias, centros en contra de la drogadicción, orfanatos, investigación… También concederá créditos para la creación de empresas o cooperativas que den empleo. Quiero que esa Fundación crezca y se autogestione y que sea en el mundo un símbolo de ayuda. Aquí tienes las cuentas y las claves para acceder a ellas. Sólo yo las conozco y ahora tú.


- Pondré a alguien bien preparado al frente. ¿Quieres la sede en Metrópolis?


- Sí. Sé que dejo esto en buenas manos.

- Clark, ten cuidado. Vuelve pronto.


- No sé si será pronto, pero volveré.


- Por cierto, tenía un regalo para ti. Toma este ipot. Tiene una memoria para más de 20.000 canciones. Supongo que tendrás tiempo para escucharlas.


- Gracias Bruce. ¿No tendrá también un localizador incorporado?


    Bruce quedó un segundo en silencio. Lo tenía.


- ¿Cómo lo has…?


- Ya nos conocemos. Pero, bueno, nunca se sabe, quizá necesites localizarme por algo. Espero que no tenga también cámara y micrófono.


- No, sólo localizador. Si necesitas contactar conmigo pon la canción 0.


- Ok, cuídate tú también. Despídeme de todos.

      Clark y Bruce se abrazaron. Clark se puso el petate en el hombro y se encaminó hacia los campos de cebada y trigo que estaban anexos al cementerio. Bruce esperó hasta que le perdió de vista. Se montó en el coche y se alejó perdiéndose en la noche.
    
      Clark Kent miró los campos, pensó en su antigua vida. En la explosión del planeta Krypton, en Jor El y Lara que le dieron la vida y le salvaron de un terrible destino. En Jonathan y Martha que le acogieron. En Lana Lang su primer amor, en su amigo Pete Ross. En el Daily Planet, en Perry, en Jimmy, pensó en la Liga de la Justicia. En todos los compañeros que habían luchado a su lado: Barry, Hal, J’onzz, Dick, Wally, Oliver, Dinah, Ralph, Arthur, Bruce y tantos otros…, detuvo su pensamiento en Diana, por fin, en Lois. Miró los campos dorados cuyo brillo se apagaba según se aposentaba la noche. Conectó el ipot y comenzó a andar hacia la parada de buses del cruce de caminos entre Smallville y Riverville donde existe la leyenda que las decisiones que se toman allí cambian las vidas para siempre.17 Su mano izquierda acariciaba la cebada. La voz de Sting en la canción Fields of gold (Campos de oro) se entremezclaba con sus recuerdos de Lois. Mañana sería, sin duda, el más diferente día de toda su vida.




      
     
Me recordarás cuando el viento del oeste sople
sobre los campos de cebada.
Olvida al sol, en su celoso cielo,
mientras caminamos por campos de oro.


Ella miró un momento a su amor
sobre los campos de cebada
y cayó en sus brazos mientras su pelo flotaba
entre los campos de oro


¿Te quedarás conmigo, serás mi amor
entre los campos de cebada?
Olvidaremos el sol en su celoso cielo
mientras estemos tendidos en campos de oro.


Mira el movimiento del viento del oeste,
se mueve como un enamorado
sobre los campos de cebada.
Sientes tu cuerpo elevarse al besar su boca
en los campos de oro


Nunca hice promesas a la ligera,
aunque he roto algunas,
pero te prometo, en los días que me queden,
que caminaremos por campos de oro
caminaremos en campos de oro.


Muchos años han pasado desde aquellos días de verano
entre los campos de cebada.
Mira a los niños correr mientas se pone el sol
entre los campos de oro.


Me recordarás cuando el viento del oeste sople
sobre los campos de cebada.
Le puedes contar al sol en su celoso cielo
cuando caminábamos por campos de oro,
cuando caminábamos por campos de oro.


(Traducción, con alguna licencia, de Fields of Gold, Sting)

Dedicado a Raúl Peribáñez, esto es parte tuya.
Gracias también a las aportaciones directas o indirectas de los demás escritores
para diferentes partes de la trama: Jerónimo, Imanol, Gabriel, Igor, Stranger, Edgar, Nerocles y Schneider. 

Sigue las aventuras de Superman en Action Comics!!

Diciembre 2007-abril 2010
José Luis Miranda Martínez
jlmirandamartinez@hotmail.com

    Otros trabajos en Action Tales hasta abril de 2010: Superman 6 a 20, Superman Anual 1 y 2, Wonder Woman 1 a 6, JSA 1, Leyenda de Superman 1, Especiales Imperio: Escuadrón Suicida, Patrulla Condenada, Wonder Woman, Aquaman, Batman y Robin, Capitán Marvel y Liga de la Justicia.
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1 Destruida por Zod en episodios anteriores.
2 Episodio anterior.
3 También arrasada por Zod y otros villanos en episodios anteriores.
4 Recordemos que este hijo de Darkseid nació de la antinatural unión entre un Darkseid hipnotizado y su propia madre, Heggra, cuando ésta, enloquecida, pensó que sería la única mujer capaz de dar un heredero digno al tirano de Apokolips. Krakoom fue encarcelado cuando Darkseid descubrió la verdad y pasó dos décadas en prisión. Fue liberado por un parademonio que pretendía vengarse de Darkseid. Krakoom al verse libre intentó matar a su padre/hermano pero fue derrotado, privado de voluntad y enviado a Metrópolis donde cometió una auténtica carnicería. Superman le derrotó y le devolvió la razón. Arrepentido fue acogido en Nueva Génesis y se puso al servicio del Alto Padre. La historia completa en Superman Action Tales números 11 al 14.
5 Narrada en el Patrulla Condenada Especial Imperio.
6 Se verá, lo juro, en la colección de la amazona en Action Tales.
7 Superman 17 Action Tales.
8 Patrulla Condenada Especial Imperio.
9 JSA 1 Action Tales.
10 Recordemos que Tim Drake, Robin, está en coma debido al ataque en Batman Especial Imperio.
11 Onyx era una experta en artes marciales entrenada en el Santuario, un monasterio situado a las afueras de Star City. Su primera aparición fue en Detective Comics 546 (1985).
12 Batman 18. Action Tales.
13 Superman 19. Imperio 3.
14 Superman 19. Imperio 3.
15 Liga de la Justicia Especial Imperio.
16 Liga de la Justicia Especial Imperio.
17 Superman Anual 1.

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