Batman nº 5

Título: Ojos sucios (I)
Autor: Fulgencio Jimeenz
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Julio 2005

La ciudad de Gotham es peligrosa incluso a plena luz de día. Y puede cebarse especialmente con los más débiles...
Hice una promesa ante la tumba de mis padres: librar a esta ciudad de la maldad que les quitó la vida. Soy Bruce Wayne, filántropo multimillonario. De noche, los criminales, esos cobardes y supersticiosos, me llaman...
Batman creado por Bob Kane



Anteriormente en Batman: Robin le comunica a Batman su intención de dejar de ser el chico maravilla, algo que desconcierta a Batman en un principio, pero que ve comprensible una vez analizado con calma. Mientras una de las muchas informaciones que recibe Batman a su base de datos informa de la próxima llegada de Dan “El Trébol” Pelussi a Gotham con la intención de expandir su negocio.


Gotham, 6:36 de la tarde.


Desde hace más de 15 días no deja de llover. A veces son gotas finas otras es torrencialmente, pero 15 días interrumpidos de lluvia es algo que no se recordaba en Gotham desde hace mas de 50 años. Las previsiones no indican mejoría alguna en la climatología, gracias a la gran infraestructura de alcantarillado la ciudad no es un río.

Josus Elder sale de clases de apoyo en el colegio St. Virginia en el East End, le acompañan dos amigos que tienen unos 2 años mas que él. Ríen y hablan animosamente.

- No puedes preguntar eso, Jos, es como comparar a Anna Kournikova con Beyoncé, no se puede elegir. – Comenta Richy Mahoney, mientras alza sus brazos en cruz.

- Pues es fácil Rich, ¿C.S.I. Las Vegas o Miami? – Replica Javier Rivera que no había comentado nada aun, sin duda es mas callado.

- Joder, Es que Grissom mola mucho, tío. Pero Horatio es mucho Horatio, además me recuerda a “Policías de Nueva York”, una de las mejores series de televisión que han hecho en la historia de las series de televisión.

- Pues yo prefiero Miami de calle, – comenta Josus, mientras se pone la capucha de su sudadera para resguardarse de la lluvia –a mi hermano mayor le gusta más Las Vegas, y es comprensible es el típico borrego que se deja llevar por la masa social.

Javier abre la boca de nuevo, algo extraño en él 


- ¿Yo creo que esas series son irreales? O sea, lo hacen todo ellos. Es imposible que investiguen, analicen pruebas, interroguen a los detenidos, resuelvan quien es el culpable y lo detengan. Eso no lo hacen los C.S.I. lo hace Superman.

- Dejarían a medio departamento de policía sin curro, fijo. – Replica Jos.

- ¿Pero qué coño decís, colegas? – Rich es el mas entusiasta, – si es posible, de hecho en C.S.I. Las Vegas sale un detective y todo.

- Mera comparsa, Rich, te lo digo yo. En realidad los C.S.I. no hacen ni la mitad que en la serie. Solo analizan pruebas. Punto.

- ...

- A la mierda, me habéis cabreado – comenta entre risas Rich, mientras echa a correr – me voy que llego tarde a la tienda de comics.

- Ciao.

- Freak de mierda – ríen Jos y Javier mientras lo despiden con la mano.

Javier se para de golpe, el agua le chorrea por la cara llena de granos, y mira para cruzar la calle, ya que vive justo en un piso que hay frente a ellos.

- Bueno chaval, aquí me quedo. Nos vemos en el Messenguer luego. – Dice Javier mientras levanta la mano de espaldas a Josus. – taluego.

- Ok, nos vemos. – Jos se conecta los walkman que llevan el último CD de Slipknot, algo nada adecuado para un chaval de 14 años.

Ensimismado Jos anda en dirección a su casa, sin darse cuenta que lo siguen desde hace varias manzanas y que su perseguidor está casi encima, pero cuando este intenta acercarse más termina una de las canciones y en el intervalo de tiempo que hay entre una canción y otra Jos oye el chasquido de un pie entrando en un charco justo tras él. Se vuelve rápido y se asusta.

- Joder.

ARF ARF ARF

Sin saber que pasa Jos solo corre y corre, mira hacia tras pero no ve a nadie. Y corre más rápido. Tiene miedo. Su pulso se acelera.

ARF ARF ARF
 

"¿Quién cojones será ere tío?" se pregunta mientras vuelve a mirar atrás.
 

Y Josus Elder cae al suelo inconsciente por culpa de un fuerte golpe. El agua cae y la figura desaparece en las sombras arrastrando el cuerpo del chico por el húmedo suelo.




Gotham, 11:26 de la noche. Cuatro días después.

Llueve con mucha intensidad, que sumado al frío hace que estar en la calle sea un acto de valentía que muy pocos podrían aguantar. Entre esos valientes se encuentran el comisario del departamento de policía de Gotham City, Michael Akins y la detective Montoya que ni siquiera a estas horas de la noche ha cenado, cosa que la tiene aún más cabreada. Esperan en la azotea de la comisaría, acaban de conectar la Bat-Señal y aguardan que el destinatario del mensaje aparezca.

- No aparecerá, ni Batman es tan loco para salir en una noche como esta – Comenta Montoya mientras se sube la solapa de su abrigo intentando resguardarse un poco de la lluvia.

- Aparecerá. – Akins mira al cielo mirando la Bat-Señal proyectada en las nubes oscuras.

- Además, ni siquiera podrá ver la señal con lo que está cayendo. Perdemos el tiempo.

- ¿Qué dices? – replica el Comisario – no hace falta que la vea. No seas estúpida.

- ...

- Gracias por el amable calificativo, Comisario – Comenta la detective resentida.

- Pero si no la ve ¿Cómo vendrá?

- Lleva un transmisor que emite una señal de alarma que sólo Batman puede ver, por lo tanto no hace falta que vea la señal, se conectará su señal de emergencia y sin necesidad de mirar al cielo sabrá que lo necesitamos. Hace años que lo usamos.

- ...

- Joder Comisario, ¿Entonces que coño hacemos aquí empapándonos?

- Por el romanticismo del momento. Desde un principio se hizo así y se sigue haciendo. Pero podríamos activarla desde dentro y que ni siquiera se viera la Bat-señal en el cielo.

- ¡¡¡Maravilloso!!! O sea que en vez de estar dentro esperándolo calentitos y tomándonos un café, estamos aquí calados hasta las cejas viendo como llueve. ¿Me está diciendo eso, Comisario?

- Eso exactamente, Detective.

- Me cago en ...

- Buenas noches. – Batman interrumpe justo tras ellos. El agua le chorrea por la máscara y las sombras cubren sus ojos, su imagen es aterradora aún más cuando un rayo ilumina su serio rostro impasible.

- Por fin apareces, ya creía que te asustaba el agua. – comenta de forma jocosa la detective Montoya.

- ...

- Ejem... - el comisario rompe el hielo – gracias por venir. Tenemos algo raro en estos momentos y me gustaría saber si nos puedes echar una mano.

- ¿De que se trata? – De nuevo un rayo hace visible la cara de Batman que tiene sus ojos clavados en Montoya, parece que no le ha gustado su último comentario.

Pero como si la cosa no fuera con ella, la detective se acerca y le extiende el brazo para darle un CD, el enmascarado lo coge rápidamente y lo resguarda del agua.

- Aquí encontrarás los datos de todo el caso, - comenta Akins – se trata de la desaparición de un chaval de 14 años, Josus Elder, vive en un bloque de apartamentos baratos del East End. Nadie sabe nada de él desde hace cuatro días desapareció por la tarde y no se a pedido rescate.

- ¿Qué puedo hacer yo? Buscad al chico. – Batman no se siente interesado en el tema.

- Eso hacemos. – Akins se pasa la mano por le pelo que despide finas gotas de agua - Pero, y aquí está lo raro, acaban de llamar a la central para denunciar la desaparición de otro chico en el East End, al parecer no se sabe nada desde esta tarde a las seis.

- Oficialmente – Montoya se aleja de las dos figuras masculinas y mira, por la cornisa, la calle - no podemos hacer nada hasta que pasen 24 horas de la desaparición, hasta entonces no la pueden denunciar.

- Pero... – Interrumpe Akins – es extraño que dos chicos de más o menos la misma edad, a la misma hora, en la misma zona y en días distintos desaparezcan sin dejar rastro, ni aviso, ni nada de nada.

- Sabemos que los dos salieron de clase porque los vieron y sus amigos los dejaron aproximadamente a la misma hora, - continua Akins - así que la forma de actuar es igual en ambos casos.

- Me ocuparé de ello. Les mantendré informados.– Batman desaparece en la sombra.

- Bien. – contenta Akins, pero Batman ya no está.

- Por romanticismo ¿No, Comisario? Ha sido un encuentro muy romántico, si señor, muuuy romántico. – Bromea Montoya.

- Oh vamos, cállate y vámonos de aquí.



Gotham, 1:28 de la madrugada, esa misma noche.


Daniel Pelussi es un hombre que se ha hecho a si mismo, desde pequeño tenía claro que no sería un don nadie, y no se equivocaba, ya que es uno de los hombres con más recursos y más poderoso de Chicago, tan poderoso ha llegado a ser que pretende expandir su dominio hacia otras ciudades. Y la primera será Gotham. Y no lo hace al azar. La mafia y la extorsión son un negocio y como tal necesita unos análisis de inversión, lo que comúnmente se conoce como estudios de mercado. Este estudio se realizó en varias ciudades norteamericanas y sudamericanas. Gotham resultó ser la más ventajosa de todas en este tipo de negocios y eso es lo que ha hecho a “El Trébol” Pelussi organizar una reunión con todos los clanes mafiosos que existen en esta ciudad.

Su intención es hacerse con el derecho de toda Gotham si derramamiento de sangre, para ello tiene pensado una oferta a todas y cada una de las familias mafiosas que componen el hampa de la ciudad.

Entre los asistentes se encuentran. Marko Esteven, (1) su zona es el East End y su negocio la prostitución de lujo, no le gusta ni la droga ni los chulos de putas, aunque él sea uno de ellos, entre los asistentes es el más peligroso. Sam Marino, un ex militar retirado que se encarga del tráfico de armas por todo el territorio de Gotham, si lo que quieres es una pistola, tienes que hablar con él. Junto a Sam, encontramos a Chuck “El Negro” Callahan, jefe de una de las bandas más peligrosas que tiene el norte de Gotham, ha logrado salir en numerosas ocasiones indemne de enfrentamientos con la policía. También se encuentra en la sala Rom Sanetti, ex policía corrupto. Domina parte del negocio de droga de la ciudad, el resto del negocio está repartido en pequeños grupos. Esto son los pesos pesados, luego podemos encontrar a diversos jefes de bandas callejeras y algún contrabandista menor.

Algunos de los asistentes son enemigos mortales y desde luego no estarían en la misma sala si no fuera por la fama conseguida por la familia Pelussi. Se pueden ver chicas sirviendo copas que nadie bebe y hay preparado un aperitivo que nadie come. Y con cierta tensión, comienza la reunión.

- Buenas noches, Señores. – Pelussi hace acto de presencia en la habitación, seguido de dos guardaespaldas vestidos totalmente de negro - Lamento enormemente el retraso, mi hijo pequeño está enfermo y el médico se retrasó.

- ¿Dos horas? En otros tiempos esto se vería como un insulto – comenta Marko.

- Siento el perjuicio que le he podido causar en sus ocupaciones, Señor Marko – Replica Pelussi -, aunque está desatendiendo la seguridad de los suyos, ¿no es en su zona dónde han desaparecido últimamente dos chicos?

- Estamos en ello, no queremos esa clase de reputación en mi barrio.

- Bien, como ya saben por los comunicados que les remití junto con la invitación de esta reunión, mi intención es trasladar parte de mi negocio a Gotham...

De pronto un murmullo se hace audible en toda la sala, algunos están muy desconformes con está actuación de Pelussi y no pretenden compartir su trozo del pastel con nadie, y así se lo hacen saber.

- Señores, por favor. – Pelussi pide calma a todos – estamos todos del mismo bando, de momento al menos. Dejen que continué y una vez haya acabado decidan.

- Como decía, mi intención es trasladar parte de mi negocio a Gotham, pero claro, están ustedes, por lo que eso dificulta mi decisión de traslado. He preparado una oferta a cada uno de ustedes que se les entregaran al finalizar la reunión. Pero mi oferta, a excepción de las cantidades es la siguiente:
1º Ustedes venderían por una cifra economía, acorde con sus ingresos actuales, la zona que les pertenece. Zona que yo pasaría a controlar.
2º Podrían seguir trabajando en su territorio tal y como lo están haciendo hasta ahora, pero ese trabajo lo realizarían para mi, y serían remunerados por ello.
3º Sus privilegios seguirían intactos, su único superior seria yo y nadie más que yo.

Pelussi hace una pausa y los mira a todos, por la mirada de algunos ya sabe lo que contestarán. Pero eso no le preocupa, nunca lo hizo.

- Y bien, señores – prosigue Pelussi – esta es mi oferta que, por supuesto, es innegociable.

- Había oído que eras temerario, Pelussi – el primero en hablar es Chuck “El Negro” Callahan, con muy mal genio. De gatillo fácil -, pero esto, esto se lleva la palma. O sea ¿Que vienes a nuestra casa y nos planteas esta tontería? ¿Y pretendes que aceptemos?

Pelussi no se inmuta 


– Desde luego que pretendo que acepten, Señor Callahan.

- No veo por aquí a ningún chalado con disfraz, ¿Con ellos no cuentas para esta pantomima? – Marko parece distante al hacer la pregunta, como si no fuera la cosa con él.

- Desde luego que no, esos payasos desaparecerán una vez yo esté al mando.

- ¿Y Cómo lo hará? – Rom Sanetti, algo alterado. – Otros lo han intentado antes, pero ninguno lo ha logrado nunca.

- Digamos que tengo mis métodos. Y ahora, Patricia les entregará sus contratos personalizados. Me gustaría que lo leyeran con atención y tranquilidad en sus casas y una vez tengan una decisión final me la hagan saber.

Patricia se retira una vez entregado el último contrato, dejando la sala por una salida lateral que no habían visto antes los asistentes, pues está camuflada en la pared.

- Lo siento Pelussi, mi respuesta es no, no hace falta que lo lea. Le aconsejo que se mantenga lejos de mi zona y mis negocios. –Marko ni siquiera ha tocado el contrato, pero ya se levanta para irse.

- Mira lo que hago con tu contrato. – Chuck “El Negro” saca un Zippo del bolsillo y pega fuego al contrato dejándolo caer sobre la mesa mientras sigue ardiendo. – si te acercas a mi territorio tu o alguno de tus hombres sois hombres muertos.

Y así, una a uno van desechado la oferta de Pelussi, hasta que no queda nadie por negarse.

- Señores – Pelussi parece un tanto contrariado, pero no mucho – me disgusta enormemente que sean así las cosas, no pretendo derramamiento de sangre. ¿No pueden, siquiera, reconsiderar el leerlo?

- ...

- Muy bien, señores. La reunión ha terminado, buenas noches.


La Batcueva, 10:02 horas de la noche. Doce días después de la primera desaparición.

BEEP BOOP BEEP BOOP

Batman deja de prestar atención a los papeles que leía hace un momento 


– Dime Oráculo.

- ##Acaba de ser denunciada otra desaparición, una chica de 13 años, misma hora, pero distinta zona##

- Mándame el informe policial por e-mail. Saldré esta noche y buscaré a ver si averiguo algo.

- ##Hay algo más.##

- ...

- ##Están desapareciendo más chavales, pero sus desapariciones no son denunciadas. Al menos dos más.##

- ¡¡¡ ¿?!!!


Continuará...

Próximo Número: Ojos Sucios 2ª Parte.


Referencias:
(1) V
er la colección de Catwoman en AT, que pasa a ser regular.

Nota Del Autor:
Aquí comienza un arco argumental que pretendo se vaya entrelazando con otros y que puede que durar unos cuantos números. También decir que hago cargo de la serie Catwoman, y que espero podáis leer el primer número este mismo mes. Os recuerdo que podéis escribir a fulgenciojimenez@msn.com si queréis comentar o preguntar algo. Gracias.

3 comentarios :

  1. ¿Porque usas el nombre de Daniel Pelussi? ¿De dónde lo sacaste? Mi papà se llama así y yo tambien. Conoces a alguien con ese apellido... no es tan común...
    Saludos desde argentina... Balla sorpresa!!!!!!!!

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  2. ¿Porque usas el nombre de Daniel Pelussi? ¿De dónde lo sacaste? Mi papà se llama así y yo tambien. Conoces a alguien con ese apellido... no es tan común...
    Saludos desde argentina... Balla sorpresa!!!!!!!!

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  3. Hola. Pues este fanfic lo escribió Fulgencio Jiménez hace ya mucho tiempo, y la verdad, no sé de dónde sacó ese nombre. Si algún día hablo con él le preguntaré. :-)

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